NARRA LUIS CEPEDA OCAÑA
(Lunes 22 de abril de 2030)
Caminé por los pasillos del instituto lo más rápido que pude. Otra vez llegaba tarde. Entré a clase, no sin antes tocar la puerta y todas las miradas se dirigieron a mi.
-Cepeda, como no, retraso.- Dijo el profesor de mates al que tanto asco le tenía apuntando algo en la libreta.
-Lo siento, es que había mucho tráfico y... la fiebre.- Tosí. -Osea no, mi perro se ha comido un jersey y.-
-Cepeda, no me cuentes tu vida.- Asentí y me senté rápido al lado de mi mejor amigo Fer.
-¿Tu perro se ha comido un jersey? Si no tienes perro mamón.- Susurró riendo para después darme una colleja.
-Calla que al final nos pilla el sargento.- Susurré riendo mientras sacaba mis cosas.
Fer era el mejor amigo que uno pudiera tener, pero ya había comenzado a tontear con las chicas y pasaba un poco de mi. Me molestaba un poco, realmente no sabía muy bien por qué, era su vida y podía hacer lo que quisiera, pero si que es verdad que se había distanciado un poco de mi y me daba miedo que ya no quisiera ser mi amigo.
Después de las primeras tres clases, salimos al patio y como de costumbre Fer y yo nos fuimos a nuestro rincón a hablar de cosas random.
Éramos lo que la gente suele llamar marginados solo por no querer juntarnos con la peña chunga.
-Ey tú, maricon.- Ya habían llegado los pesados de primero de bachiller a dar la lata. -Me he enterado de que tienes un padre famoso.-
De un momento a otro mi piel se tornó totalmente blanca y tragué saliva. ¿Cómo lo sabía? Se supone que solo se lo había contado a Carla.
-¿A qué viene esa cara? Todos sabíamos que tu madre era una puta.- Me mordí la lengua y apreté el puño. -¿Cuántos años tenía cuando se quedó embarazada? ¿Diecisiete? Que pederasta tu padre, ¿no?-
-Oye tío, ya vale.- Dijo Fer intentando defenderme.
-¿Y tú quien eres, su novio? ¿Qué pasa, que no puedes defenderte tu solo maricon?- Y conforme pronunció esas palabras le pegué un puñetazo, puñetazo que por supuesto fue devuelto y se convirtió en una pelea.
-¡Luis, Luis joder, para ya!- Gritó Fer.
No sé en qué momento me encontraba encima suya pegándole como un animal y él con la cara hecha un cuadro.
Antes de que pudiera levantarme vino un profesor y me llevó hasta el despacho del director.
Y allí estaba, con una bolsa de guisantes congelados apoyada en el ojo en frente del director que parecía mudo. La puerta se abrió y cuando me giré vi al que menos me apetecía ver en ese momento. Lucas. El marido de mi madre. Ese que me caía tan mal y que por suerte cada dos por tres se iba algunos meses de casa por trabajo.
-Hola buenas.- Estrechó la mano con el director y yo me intenté camuflar en mi bolsa de guisantes para que no hiciera ningún comentario de los suyos.
-Su hijo.- No lo dejé acabar.
-No es mi padre.- Dije serio.
-Perdón. Luis lleva ya dos amonestaciones, con esta tres y me temo que no tengo más remedio que expulsarlo una semana.- Mi "padrastro" asintió y después de rellenar unas cuantas cosas nos subimos al coche.
-A tu madre no le va a gustar lo que has hecho.- Dijo arrancando y pisando el acelerador.
-A mi tampoco me gusta que esté contigo y no se lo digo.- Me fulminó con la mirada y puso atención a la carretera. -De todas formas no es la primera vez que llaman de dirección. ¿Por qué no ha venido mi madre?-
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Está Permitido || Aiteda
FanficTrece años. Trece años anclada en el pasado. Trece años pensado en que hubiera pasado si no me hubiera alejado de ti, si no hubiéramos tenido aquella discusión, si no hubieras cogido ese puto avión en aquel aeropuerto de Madrid a las 8:25 p.m. desti...