5: Dolor

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El sol brillaba espléndidamente y los pajarillos cantaban mientras armaban su nido, las flores mostraban sus coloridos pétalos y bañaban el día de majestuosidad, los sonidos de la ciudad se opacaban gracias al dulce murmurar de los animales, sin duda le gustaba, pudo observar a las personas que jugaban con sus mascotas en la verde grama, y la fuerte risa llena de emoción de algún bebé ocasionalmente, sus rubios cabellos eran revueltos por la delicada brisa que azotaba su rostro, sus ojos ahora cerrados le permitían a sus oídos deleitarse con los sonidos de la naturaleza, mientras el parecía estar detenido en el tiempo observando como todo llevaba su curso, como la vida evolucionaba y sonreía ocasionalmente, dándose cuenta de lo mucho que lo llenaba esa paz ocasional.

Abrió los ojos cuando un aroma lleno sus fosas nasales, era un perfume caro, y al voltear se encontró con el dueño de aquel perfume, aquel hombre de cabellos negros se mantenía de pie cerca de un árbol, mientras parecía relajarse, Naruto se preguntaba si se encontraría bien, aunque lo más seguro era que buscara un escape de su vida, debía ser duro y cansado ser abogado, en especial cuando acababa de soltar un caso y ya se tenía otro entre manos, el rubio lo dejo estar, pero no pudo evitar seguir mirándolo, era un hombre alto y bastante apuesto, sus rasgos eran los normales, ojos oscuros y cabello negro, y sin embargo algo en él lo hacía lucir tan peculiar y hermoso, porque si, para Naruto era un hombre hermoso, aunque no se atrevería a decírselo, quizás siendo él heterosexual, se sentiría ofendido de que Naruto le dijera que era hermoso, pero eran cosas que Naruto no podía evitar pensar, miro una vez más esa piel blanca y no pudo evitar sonreír, que suerte tiene la pelirrosa, el simple hecho de haberlo tenido para ella debe ser un logro lo suficientemente grande como para jactarse de ello ante la gente.

Sin darse de cuenta se encontraba siendo escrutado por el mismo moreno que tenía tan ocupados sus pensamientos, el pelinegro solo dejo escapar una leve sonrisa al darse de cuenta que estaba siendo observado tan directamente y mal disimulado que sus sentidos se había alertado, se preguntaba así mismo con discreción en que estaría pensando aquel rubio, pero su imaginación estaba tan desgastada que le costaba hacerse la idea de algo, soltó un suspiro disimulado, estaba cansado, esa era la verdad, desgastado, para ser más exacto, sin duda después de este caso se tomaría unas merecidas vacaciones, había decidido olvidar su teléfono en casa, porque estaba harto de las llamadas, y tonterías de Sakura, necesitaba relajarse, dejar de pensar en cosas del corazón y poder volver a conversar con alguien calmadamente y reír de nuevo, no contaba con su amigo Neji para eso, porque, por ahora el castaño estaba ocupado en un caso y le estaba costando un poco, y es que últimamente sus casos eran un poco difíciles, tanto que había llegado a pedirle consejos. Mientras tanto él, había tomado el caso de Naruto, porque de cierta manera le recordaba a el mismo, aunque en su caso no tenía salvación, ya que él había visto en los ojos de aquella persona, algo que nunca había pensado ver, una mezcla de odio y satisfacción mientras sus manos estaban manchadas de sangre, de la sangre de sus…

Removió la cabeza sacando todos aquellos oscuros pensamientos, miro de nuevo hacia Naruto y este estaba algo sonrojado, ¿tendría fiebre? Aunque algo le decía que no; le hizo señas al rubio para que se acercara y Naruto pego un brinquito al notar que se dirigía a él, Sasuke se había reído inocentemente de la expresión desencajada del menor, sonrió al ver al rubio llegar a su lado, y mirarle algo dudoso.

-Muy buenas tardes – saludo educada y tímidamente.

-Buenas tardes – le respondió igualmente el moreno - ¿estas ocupado?

-No, la verdad no, solamente estaba observando la naturaleza – aseguro el rubio mientras sonreía.

-Esto puede ser repentino, pero… - hizo una pequeña pausa, en la cual se ganó toda la atención del rubio - ¿podríamos ir y comer algo? No sé, lo que quieras.

Inocencia criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora