Todos los seres humanos tenemos un punto de ruptura, es un momento de crisis en el que nos sentimos ahogados, débiles, vulnerables y estamos a la defensiva.
Es un momento en que preferimos herir a los que nos rodean para evitar ser heridos nosotros, sin embargo, las cualidades de las personas a las que herimos algunas veces terminan siendo tan necesarias en nuestras vidas que nos arrepentimos muy profundamente de lo sucedido.
Cuando se cae al borde del arrepentimiento y notamos la herida que le hemos hecho a alguien que venía dispuesto a entregarnos calma y amor, nuestro ser se desespera en un intenso debate de lo que se debería hacer.
¿Dejar la situación así o no?
Cada una de las decisiones tomadas influenciaran en nosotros de diferentes maneras, todo depende principalmente de la decisión que nosotros como personas tomemos y sobre cuanto significa ese alguien en nuestras vidas.
Sasuke había estado pensando en todo aquello durante el pasar de los días, era difícil no sentirse como un cobarde, pero necesitaba enfriar la cabeza; había tenido un desafortunado encuentro con un hombre al que en su vida deseaba volver a ver y peor aún, tras eso, y los recuerdos mal agolpados en su cabeza termino diciendo cosas que no son del todo ciertas y con ello, herido a una de las personas más importantes de su día a día.
Era un tanto sorpresivo cuando se descubre, sin querer, lo importante que es una persona en nuestras vidas y lo vacía que se siente cuando ese alguien no está.
Con sus sentimientos recién descubiertos y su necesidad, de su mente y de su cuerpo, de saciarse en las suaves planicies de piel que conformaban aquella magnífica figura.
Por ello era que había aceptado los sentimientos seguros y en plena floración que terminó descubriendo en algún lado de su ser.
No era solo cariño, no era solo querer, era algo aún más penetrante y grande de lo que él pudo pensar, algo que solo creyó experimentar con su primer amor, pero que verdaderamente no había nunca sentido con tal nivel de ímpetu.
Lo amaba y lo necesitaba.
No había otra solución más que esa, pero curiosamente, su mente no había asimilado por completo ese nuevo descubrimiento, pero si aceptado la necesidad de volver a verlo.
De acunarlo en su pecho, enrollarlo en sus brazos y escuchar su suave voz susurrante en su oído.
Por ello es que estaba allí. Necesitaba un consejo y la única persona a la que, en ese momento, podía acudir era su tío.
Obito no era el mejor en esas cosas del amor, pero estaba casado, había conquistado a la mujer de sus sueños, a su amiga y a su primer amor.
Rin era una mujer linda y conservadora, sabia y sobre todo cariñosa.
Una mujer perfecta para la actitud traviesa y risueña de su tío, alguien que está allí para calmarlo en sus arrebatos.
Había llegado allí buscando a Obito, pero le sorprendió saber que se había despegado de Rin para prestar sus servicios a la policía en un caso difícil.
Se agradecía internamente por haber recordado el estado de la mujer y traerle un postre dulce con mucho chocolate y fresas.
Estaba embarazada, tenía ya unos gloriosos seis meses y su barriga era prominente e indudablemente ella ya estaba deseando que su bebé saliera al mundo.
Sabía que Obito la mimaba, era su primer hijo, para el cual su tío había trabajado sin cesar y ahorrado una sustanciosa cantidad de dinero para así estar preparado para poder brindarle un buen futuro a su hijo.

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Inocencia criminal
FanfictionDeidara es un chico algo obstinado y juguetón; y su vida cambiara cuando salga con unos amigos, y se dé cuenta que ellos no son precisamente inocentes, sino que son unos ladrones y en medio de la confusión terminaran inculpando, haciendo que se lo l...