17: Sonrisas

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-¡Luca!

La voz de un feliz pero contrariado rubio se escuchaba por la sala de espera de una veterinaria local, mientras que él, cumplía un deber muy importante, que requería de toda su concentración.

-¿En serio?, ¿Como la película de Disney?

El rubio frunció el ceño al escuchar a su acompañante cortarle la emoción de haber conseguido el nombre "perfecto".

-Pues, umm... ¿Mauwi?

La mirada tranquila pero nada convencida del abogado lo puso nervioso.

-Quedan terminantemente prohibidas las películas de Disney.

-¿Qué? ¡Que malo eres! - se quejó el blondo cruzándose de brazos.

-Malo eres tú, ¿Cómo es posible que eso sea lo único que se te ocurre? - inquirió el mayor cruzándose de brazos.

-Pues al menos yo hago un esfuerzo por conseguirle nombre a nuestro perro - le encaró Naruto y el pequeño cachorro que los miraba desde el piso, ladro en apoyo hacia su amo rubio.

El Uchiha giro su rostro, evitando que el Namikaze pudiera verlo, ¡hasta el chucho apoyaba a Naruto!

-Disculpen - llamaron la atención de ambos - Hana ya los está esperando.

-Oh, claro - Naruto se levantó enseguida de su asiento y con una sonrisa tomó al perrito en sus manos, mientras que Sasuke hizo lo propio.

-Y ya dejen de discutir, parecen una pareja casada eligiendo el nombre de su próximo hijo - le reprochó Kiba, haciendo que Naruto le diera una mirada rápida, mostrándole un mohín.

El Uchiha prefirió ignorar aquel comentario de parte de aquel chico, que enseguida recordó, fue el que se acercó aquella vez a hablar con Naruto y el cual lo puso un poco celoso, y siguió su camino hasta el consultorio.

Al entrar una mujer de cabellos castaños y coleta les dio la bienvenida; Hana vestía una camisa color turquesa, la cual poseía un bolsillo en el medio del abdomen y en el lado izquierdo del pecho el logo de la clínica.

-Adelante - invito con una linda sonrisa mientras veía a los dos hombres pasar.

-Hola Hana - la sonrisa brillante de Naruto hizo que la propia creciera.

-Hola Naruto. - Le saludo amable - muy bien, trae a ese pequeñín para acá.

El rubio entrego al cachorro, que no dudo ni un poco en abalanzarse a las manos de la doctora.

-Vaya, es muy amigable - comento ella mientras lo alzaba y busca confirmar su peso. - pareces estar muy bien alimentado, pero de todos modos tenemos que pesarte.

Sasuke observo como la mujer seguía hablándole a su mascota con cariño mientras hacia los típicos chequeos.

Naruto estaba sentado al lado del moreno, observando fascinado como Hana parecía disfrutar tanto su trabajo. Le sorprendió sentir como el abogado empezaba a acariciar con ternura su mano, un leve sonrojo se apodero de sus mejillas y se permitió recostarse al hombro del mayor.

Había pasado una semana desde que él y Sasuke lo hicieron, Naruto no negaría nunca que le había dolido, pero tampoco podía negar que lo había disfrutado, haberse conectado de ese modo con el moreno era algo que lo hacía sonrojar cada vez que lo recordaba.

Había sentido lo mimoso que podía ser Sasuke y como su humor pareció mejorar después de tener sexo con él.

El Uchiha incluso sonreía más, y Naruto estaba feliz de ver como el pelinegro parecía acortar distancias entre los dos.

Inocencia criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora