Capítulo 7

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"Qué diablos" Jules habia murmurado aun con el puño en alto.
Vi la expresión de Damian, sus ojos cansados miraban solo el halo de luz que provenía de la túnica hecha con tejidos celestiales, ocultando mi identidad.

A velocidad inhumana, corri hacia el, empujandolo lejos de Damian.
Jules gritó mientras caía al suelo.

Pero no vio mi luz, seguía con la mirada atónita aferrada al bello rostro de Damian. "Los... los rumores son ciertos..." Tartamudeo. "tu vienes del mismísimo infierno, Crimson" se levanto del suelo, sacudiendose la suciedad de sus ropas. Le apunto con el dedo. "¡Me las vas a pagar, engendro del demonio!" Amenazó. "¡tu y tu estupida lucesita protectora que no es mas que mera magia negra!"
Suspire mientras rodeaba los ojos aunque sabia que ninguno de ellos vería mi gesto.

Entonces utilice otro de los dones que brindaba el vampirismo. Me metí a la mente de Jules.

Era como tratar de nadar en gelatina. Algo viscoso y desagradable. Sentía como Jules se ponía rígido al ser invadido mentalmente. Sentí pena por el durante un segundo que acabo en cuanto vi sus pensamientos y en como había abusado de la gente. Ahora el se sentía abusado.

"Espero que te agrade ser agredido" pensé con una sonrisita malévola.

"Solo vete" susurre en el interior de su mente "antes de que me exasperes."

Su cuerpo temblaba, queriendo apartar mi mente de la suya cual parasito. "Vete y no recuerdes nada"

Entonces, salí de su mente y Jules dio media vuelta de manera sistemática y se alejo. Reí para mis adentros. "Completo idiota" susurre.

Entonces me acerque a un golpeado Damian. Sangre cálida y deliciosa corría por sus heridas abiertas. sus bellos ojos marrones contemplaban mi luz mientras tomaba una piedra de apariencia afilada e hice un corte en mi brazo, dejando fluir el espeso líquido rojo que era mi sangre y le tendí mi brazo. "Bebe" ordene.

El me miraba incrédulo. Suspire.

"Si quieres un ojo morado por mi esta bien, pero si te quieres curar rápido, bebe" Sus bellos dedos tocaron mi pálido brazo mientras se llevaba la herida a sus labios y succionaba la sangre. En cuanto termino, le tome su bello rostro moreno de apariencia latina, sus ojos solo contemplaban mi luz cual polilla al foco.

"¿Quién eres?" Pregunto en cuanto me di media vuelta para alejarme, una vez que examine como sus heridas iban desapareciendo.

Me di media vuelta y contemple su mirada mientras decía "¿para qué?" Y en eso abrí mis alas y me aleje.

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora