Capitulo 2

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13 meses despues.

Juneau, Alaska.

5:00 am dictaba el reloj en mi mesita de noche mientras me levantaba de mi cama con un cansancio de los mil demonios. Otro dia en la preparatoria y me daba un tiro en la cabeza. Lastima que no podía morir tan fácil. Me daban ganas de encajarme una estaca en el corazón. Y es que no era fácil para un vampiro convivir con humanos, deliciosos y frágiles. Había decidido botar la escuela en cuanto supe lo que era, pero claro, no podía.
Después del terror de haber sabido que me había convertido en una dama de la oscuridad, también tenia que ser que tuviera sangre de un querubín
. Y si, es que El Creador, para conseguir una raza que pudiera proteger a los humanos, vertió la sangre de un querubín para que algunos de nosotros, los humanos, pudiéramos ser mitad angel y así ser de su legión de Elegidos, portando así una marca de nacimiento en forma de ala. Elegida y Evanesce. Que mas era? Bruja? Hada? Quien sabrá, tal vez y mi padre era Frankestein.
El dia en que supe esto me habia sentido mas perdida que nunca. No sabía quien era. Y ahora estoy maldita. O eso me habia dicho el creador cuando me vio convertida en una Evanesce.

"Pero podria proponerte un trato" habia dicho "si eres custodia del siguiente Elegido, me encargare de que no te fundas en el infierno" habia citado. Y yo habia aceptado.

Fue entonces cuando tuve que hacer mis maletas y viajar hasta Juneau, Alaska, porque el proximo Elegido se encontraría aquí. Pero al parecer no aparecía y yo estaba condenada a pasar horas de aburrimiento como una estudiante normal, al rededor de estudiantes normales de bachillerato.
Como Evanesce podia darme algunos lujos y el Creador me habia facilitado todo con una adorable pero irritante chica que ahora vivia conmigo pero pagaba todo. Se llamaba Rachel y era un angel custodio. Era un palmo mas baja que yo con una tez morena y cabellos marrones con bonitos ojos color chocolate, pequeña y derecha nariz y unos labios color cereza. Vivia conmigo en una enorme casa de madera a las afueras de la ciudad, muy cerca del bosque, lo que le permitia irme a cazar fácilmente.
Las cosas habían cambiado mucho en estos 13 meses. Ya no mataba como lo hacia al principio, normalmente solía robar unas dos bolsas de sangre a lo mucho o cazaba animales, pero ya no era un peligro para los humanos como lo era al principio y hoy retomare la escuela, como una estudiante normal.

Llegue a la preparatoria con anticipación para tomar mi nuevo horario de clases.

Historia marcaba mi primera clase.

Llegue al aula de Historia y era justo como lo imaginaba. El montón de estudiantes haciendo alboroto antes de que llegara el profesor. Pero había en especial un grupito que hacia burlas a un chico... Pobre sujeto... Trate de ignorarlos a todos poniéndome los audífonos y haciendo caso omiso a los gritos de un idiota al otro lado del aula. Entonces, escuche, como una bolita de papel venia dirigida hacia mi. Entonces, el mismo chico al que hacían burlas se paró y la detuvo con su mano, impactándose conmigo.
El me sujeto para que yo no cayera contra el suelo. Entonces lo mire.

Era moreno, de cabellos rizados negros como la noche, ojos marrones tan cálidos como el chocolate en invierno. Mejillas sonrojadas y mirada intensa. era al menos 10 centímetros mas alto que yo y tenia una sonrisa plasmada en el rostro decorada con bellos dientes blancos, no perfectos, pero si lucían una bella sonrisa. Vestía una sencilla chaqueta negra y unos jeans negros con unos Vans del mismo color.
Entonces volteo a ver a unos idiotas del otro lado del aula.
"Imbeciles, ya mero le cae a ella!" Grito.
"Ese era el punto!" Dijo otro chico, por lo visto un completo idiota de cabellos marrones y sonrisa arrogante. "Dulzura, no pierdas el tiempo con el, el es un bicho raro. Si quieres diversión acá estamos."

"Hey, Jules!, eres mi novio." Dijo una chica rubia con expectativas de ser tan hueca como los troncos.

"Y eso que?!"

Hubo burlas al rededor de la discusión de la barbie con el tal Jules.

"Ese no es el punto! Tu misma sabes que el es un bicho raro!" Dijo Jules en un intento vago de defenderse.

"Me importa un bledo si sale con el mismísimo Conde Dracula. No puedes coquetearle a cualquiera, Jules!"

Estas discusiones me estaban dando nauseas.

Entonces mejor me senté al lado del chico de suéter negro y cabellos como la noche, intentando ignorar la discusión tan estupida que se estaba llevando a cabo.

"A mi también me estresan" dijo la grave voz a mi lado.

Suspire. "Siento haberte casi tirado" continuó.

Me encogí de hombros.

"Debes pensar que soy un bicho raro, disculpa"

Entonces lo mire de nuevo. Esos marrones ojos me contemplaban como si fuera un ciego que ve por primera vez el sol.

"No creo que seas un bicho raro..." Murmure. "Yo se lo que se siente ser marginado. Y también creo que sea estupido que una barbie y un idiota como el sean capaces de reinar toda una prepa" murmure.

El rió. "Me agradas" confeso mientras tendía una mano hacia mi.

"Soy Damian, Damian Crimson"

Entonces, cuando tome su mano, lo supe, lo supe por la cicatriz en al lado de su mano. Una ala.

Sonreí. Al fin di con el Elegido.

"Soy Elizabeth Lee, un placer conocerte, Damian"

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora