Lucia un vestido crema que me llegaba hasta las rodillas con unas balerinas del mismo color. Me mire al espejo. Ojos verdes esmeralda, por la sed. Cabellos negros sueltos que llegaban hasta mi espalda baja. El crema me hacía ver aún más pálida, pensé. Era delgada y a la vez un poco atractiva, cosa gracias a que era una Evanesce. Mis mejillas se veían tan vacías sin el rubor que le daba vida al rostro. Me puse un poco de rubor para disimular lo muerta que estaba. Mi pulsera de oro blanco ya vuelta a llenar con tacsis. Y un colgante en forma de estrella, barato. El collar de Damian. Mis labios eran rojo claro natural por lo que no tuve que preocuparme por ellos. Mire las tres bolsas de sangre que había dejado Rachel en mi cuarto.
Con asco y a la vez agradecida, las tome aún pensando que la sangre humana sabía mejor cuando había algún donante caritativo.
Volví a mirarme al espejo y vi como mis ojos verdes se iban transformando en bellos ojos marrones.
Sonreí.
Bajé las escaleras en un dos por tres para reunirme con los demás Elegidos.
El primer piso de la mansión quedó hermoso. Lilas, rosas y margaritas por doquier, dándole belleza a la sala. Cintas blancas y algunos globos plateados. El comedor principal era una explosión de sabores y colores. Pavos al fondo, pollo, un centenar de tartas, puré y espagueti. Tazones enormes de ensalada y otros platos aun cerrados que contenían chuletas de cerdo ahumado en salsa chipotle. Y unas jarras de agua de Jamaica como también había cinco botellas de vino añejo del sótano.
En la sala encontré a los Elegidos que estarían esta noche cenando con nosotros. Leia lucía un bello vestido lila pegado a su figura delgada y su bonito cabello recogido con un broche de plata. Sam solo traía una falda negra y una blusa de botones y llevaba hecha una trenza de sirena. Ambas llevaban tacones.
Patrice, llevaba solo unos pantalones de vestir y su camisa de botones azul marino estaba arremangada por los codos. Ravi llevaba un traje plateado que resaltaba su piel morena y ojos azules. Richard llevaba un traje blanco con una camisa color celeste, con una pechera celeste con rayas blancas. Todos se veían muy guapos.
-Que bien se ven bañados- dije con una sonrisa a los tres varones. Ravi sonrió.
-Esta muy bella hoy, señorita Lee-.
Sonreí. -Gracias, Ravi-.
-Vamos chicos, ya saben el plan. Actuar normal. Son parientes míos y de Theo. Siento que lo mas sensato es que Sam, Ravi y Patrice sean parientes o conocidos míos y Leia y Richard sean parientes de Theo, ya saben por el color de pieles...-
Todos asintieron y se fueron a sentar al comedor principal.
Se escuchó el timbre.
Fui a atender para ver que tanto como Alice y Therese habian llegado.
Alice tenía una blusa blanca de botones y un pantalón negro de vestir con unos tacones bajos de tres centímetros. Therese lucía un bello vestido de gasa hasta las rodillas color verde menta y traía el cabello rubio hecho una coleta. Estaban ambas muy lindas.
"Me alegra que llegaran. Ambas se ven muy bellas" comenté en cuanto abrí la puerta.
"Gracias Liz..." Dijeron ambas con una sonrisa y se adentraron al comedor.
Voltee y me encontré con Patrice petrificado en la sala. Tenía la boca algo entreabierta. Gire y vi que Therese también lo veía. Tenía un ligero rubor en las mejillas.
Reprimi una sonrisa.
Patrice se acercó y tomó la mano de Therese y la besó; ya que el era de una época en donde a las damiselas se les adoraba la mano cuando se les saludaban. Therese profirió una risita tonta.
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The Chosen Ones I : Evanesce
FantasyElizabeth Lee despertó en una nueva realidad: ahora era inmortal y peor, su misma condición era un caos. Mitad hija de ángel y mitad vampiro. Hija de la luz y del infierno. Debido a su condición híbrida lo único que El Creador pudo hacer fue encarga...