Capitulo 17

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Desperté respirando sin aquella presión oprimiendo mi pecho por la angustia de que Damian se hallaba en manos de las Hilkanians.

Melissa había muerto.

Ya no habría aquél odio de las Hilkanians sin su "líder" o eso creía yo. ¿Y Jen? No lo sabía.

En cuanto Melissa murió, Matt rebuscó en su cadaver sin decir una palabra hasta que encontró una llave pequeña de acero negro con un estilo antiguo y se dispuso a liberarme de las cadenas.

"Gracias" susurré.

El sacudió la cabeza, restándole importancia.

Frote mis muñecas en cuanto estuvieron libres de aquellas cadenas.

Como ya estaba muy herida a causa de ellas, del agua bendita, Damian no lo dudo y me cargó en sus brazos, mientras yo poco a poco iba cerrando mis ojos, cayendo en la inconsciencia con una débil sonrisa en los labios.

Era lunes, de nuevo. Eran las tres de la madrugada. Ya había dormido bastante desde que caí dormida en los brazos de Damian el viernes pasado.

Me levanté, mis dedos rozaron el suave suelo de madera pulida de mi habitación.

Traté de no hacer ruido al bajar las escaleras hacia el piso donde se hallaba el piano.

Todo estaba sumido en un hermoso silencio familiar. Se escuchaban los pequeños y suaves ronquidos de Damian en la sala de abajo. Amy y Matt murmurando en voz baja en el ático. El respirar suave de Luna en unas habitaciones de huéspedes, al igual que Rachel. Esta casa se sentía completa. No podía decir que se sintiera como un hogar normal, mundano porque no lo era, solo era el hogar.

Me senté en la banca del piano y me concentre en las teclas. Mis dedos revolotearon en las teclas creando una melodía que irradiaba felicidad y ternura. Sonreí. Era bello tenerlos a todos juntos.
Respiré sintiéndome tan inmensamente feliz, dándome cuenta de que ellos ahora eran mi familia. Rachel me trataba como si fuera la hermana mayor que nunca tuve, Luna era como mi hermana menor, a la que yo sentía una necesidad de proteger. Matt era como ese hermano mayor que te cuida y golpearía a tú novio si te rompe el corazón. Amy... Bueno, la verdad es que Amy también era como una hermana, pero cómo una hermana gemela, gritona y enojona, pero que en tu vida querrías cambiar no una centésima de su ser. Era dificil de explicar como ellos en tan poco tiempo pueden significar algo para mi, algo demasiados importante.

Y luego estaba Damian... Ese bello chico que me había dicho que era un ángel aun sabiendo que yo era un monstruo. Aquel chico que me había amado desde niños. Aquel chico que me intento proteger de las Hilkanians.

Ese Damian... Ese Damian era coml una parte de mi.

Y se que suena estupido, lo se porque lo es, pero no podía evitar lo que sentía. Era muy bello saber qué alguien amaba todos tus defectos y te seguía viendo perfecta, hermosa incluso.

Al diablo lo que diga el Creador, mis sentimientos no cambiarían.

"Ya deja de babear por el" escuche la voz de Amy resonar detras de mi.

"Debería decirte lo mismo"

"¡Ay! ¡Cállate!" Grito y me golpeó y yo rei.

"Shhhh" dije "Que hay gente durmiendo"

"Oh si, tu chico esta durmiendo" dijo encarnando una ceja. "¿Quieres ir por el cloroformo?"

"¿Que?" Trate de evitar la carcajada salir por mi garganta.

"Si, a ver si afloja"

"¡Amy!" Chille.

Ella rio a carcajadas.

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora