Capitulo 6

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En la mañana siguiente, estaba algo sonriente. No había tenido una noche de chicas desde que era humana, con Tessie.

Oh, Tessie, amiga mia, pensé

Con un suspiro segui arreglandome la maraña de pelo que era mi cabello negro, pensando que me había ido de la vida de Tessie para no hacerle daño ni a ella ni a su familia.

Si, Los Austin me habían "adoptado" por así decirlo. Sabían de mi problemática con mi verdadera familia, de cuanto sufrí y pues, para ayudarme, habían peleado por mi custodia. Claro que Johanna, la esposa de mi fallecido padre, no había hecho ni el menor esfuerzo por pelear mi custodia, ella se había alegrado cuando deje esa horrible casa.
Me dio un escalofrío pensar en esos días oscuros cuando Johanna tenia mi custodia en sus manos... Me sostuve un momento el estomago, trazando las cicatrices que había tenido cuando era humana....
Sacudí la cabeza y me salí de mi cuarto para encaminarme a la salida cuando Rachel me tomó por sorpresa.
"Tu!" Dijo mientras tomaba una pañoleta y me vendaba los ojos.

"¿Qué diablos...?" Murmuré.

"Shh cállate, te tengo una sorpresita" dijo con una risita.

"Rachel... Voy a llegar tarde..."

Ella río. "Te aseguro que no llegarás tarde" y me llevo a ciegas. Trataba de no reírme pero era imposible con ella. Era tan alegre... Como Tessie. Suspire y deje que me llevara a ciegas. Tropecé con un escalón y grite, maldiciendo todo. Tantee poco a poco bajando por las escaleras.

Cuando llegamos al final de la escalera, Rachel me destapo los ojos y prendió el foco de, por lo que veía ahora, era el garage. Nunca habia bajado hasta aqui, no se me había ocurrido realmente.
Era amplio, como para unos cuatro o cinco coches. Al lado mio podia ver un Ferrari rojo, y al lado, iluminado por uno de los focos que pendian del tencho, se hallaba mi Mercedes color negro.

Me paralice.

"¿Esto es en serio?" Pregunte mientras veía a Rachel sonreír mientras asentía.

"Si... ¿No crees que te dejaría irte a pie toda la vida cierto?"

Reí con nerviosismo.

"Wow, muchas gracias, niña" la abrace.
Ella me aparto y me tendió las llaves.

"Pero anda, vete, si no llegaras tarde" dijo dándome unos empujoncitos. Suspire y me metí al coche. Me senté en el suave asiento de cuero cafe claro mientras inhalaba ese olor a nuevo. Encendí el coche y me dirigí al instituto.

"Oh mi dios, ¿es que tienes un arbol de dinero en tu patio?" Pregunto Luna cuando vio el Mercedes. Sonreí y cerre la puerta del coche. "¡Esta genial, Eli!" Me frene y la mire encarnando una ceja.

"Bien bien, Elizabeth"
Y nos adentramos al instituto y de ahí a nuestras respectivas clases.

Me senté de nuevo en el mismo pupitre mirando de vez en cuando la puerta del aula, esperando verlo. No llego.

Tomé un lápiz y empece a garabatear cosas sin sentido. Entonces el golpe de un papel me saco de mis pensamientos.

EXAMEN DE HISTORIA. Decía como titulo.
Leí con cuidado la primera hoja, maldiciendo en mis adentros no haber tomado notas en estos días.

"Bien, muchachos, como verán esto es un examen express sorpresa y valdrá 5 puntos de diaria. Les doy 20 minutos para que lo contesten. Espero y hallan escuchado lo que he dicho en estas escasas horas de clases" sonrio para sus adentros.

Maldito Donnovan, pensé.

El aula estaba en silencio, el tic tac del reloj era lo único que se podía escuchar. Entonces, idee una manera de poder ganarme esos 5 puntos, aunque si Rachel se enterara no estaría muy feliz. Mire mi papel, sin siquiera verlo. Me concentre en las mentes al rededor de mi, buscando en ellas las respuestas del examen. Entonces, la halle, encontré la voz de la mente de Damian... Y me congele. Sentia también su miedo, su dolor...

Mire mi papel.

Ya había escrito todas las respuestas sin siquiera darme cuenta.

Me pare, con mi mochila y el examen en mi mano. Camine, haciendo otra de mis actuaciones. Deposite el examen en su pupitre, sacando de sus pensamientos al profesor Donnovan.

"Profesor, necesito una aspirina me duele mucho mi cabeza"

El suspiro y tomó mi examen mientras con otra mano hizo una seña para que yo pudiera salir del aula. Traté de caminar lento hasta la puerta, mi mente desesperada queria ir al encuentro de Damian.

Camine por los alrededores, siguiendo su voz. Hasta el viejo sendero que daba al bosquesillo donde Jules me iba a enterrar.

Entonces, me paralice y oli ese aroma que hacia que sacara mi parte mas salvaje. Sangre. De Damian.
Diablos, no había tomado desde lo de Jules. Y no era mucho tiempo, lo se pero este rastro de sangre era muy fuerte, eso significaba que sus sangre aun estaba fluyendo a borbotones. Corrí, siguiendo el aroma.

El bosquecillo estaba oscuro y callado, se oía apenas el suave sonido de la respiración de la fauna que habitaba en este hábitat.
Me escondí en un arbusto mullido en cuanto escuche las voces que ahora podía reconocer. Jules y el afroamericano. Jules reía a carcajadas mientras el afroamericano pateaba a una masa cubierta de sangre que gemia de dolor.
"De esta no saldrás inmune, Crimson. ¡Que idiota en serio! ¡Creer que pudiste hacernos una trampa para que los osos nos atacaran! ¡¿En serio?!" Dijo Jules con un agrió tono lleno de sarcasmo y furia. Tomó al Damian del suelo y lo ahorco con sus manos. Damian pataleaba y trataba de zafarse pero ya estaba muy débil. A aleguas se notaba como empezaba a dejar de luchar por la falta de aire. Sangre corría por todos lados de su cuerpo, cortadas hechas intencionalmente en sus brazos y tronco.
Mire la mano del afroamericano y vi ahí el arma con la que habían sido hechas sus heridas. Si hubiera sido humana, mi cara se hubiera puesto roja. No podía hacer que me vieran. Ni Damian ni ellos. Entonces supe que hacer. Tome de mi mochila algo que había guardado para emergencias algo que sabía que necesitaría y que ningún humano podría ver.

Tome el vestido hecho con tejidos celestiales que Rachel me había dado y me lo puse, no olvidando ponerme la capucha para que no vieran mi rostro y por primera vez, abrí mis alas blancas, manchadas en la punta con el color de la oscuridad que yacía en mi naturaleza de Evanesce.

Era la primera vez que actuaba como custodia de Damian.

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora