"¿Que dibujas?" Pregunte, al ver a Damian aborto en la clase de Artes.
"A un angel" dijo mientras sonreía.
Reprimí una sonrisa. Sabia a que angel se refería. A mi. Mire con atención el dibujo, los detalles que había hecho al dibujar al bello angel sin rostro, lleno de luz.
En los márgenes de la libreta estaba el escenario que parecía un bosquesillo. Arboles se trazaban en los costados de la hoja de papel y al centro se alzaba un bello angel. Apenas debiles trazos que formaban los pliegos del vestido, en esta caso sabía que era mí túnica blanca, que parecía que irradiaba su propia luz tal cual el gran astro.
Las comisuras de mis labios se curvearon en una sonrisa cálida. Sacudí la cabeza. No debía sentir algo por el. No quería volver a sentir algo por alguien y menos de alguien que, si no aceptaba ser un Elegido, moriría como cualquier mortal. No debía.
El resto de la clase deje que Damian empezara nuestro trabajo en equipo sin tomarme la molestia de aportar algo. El seguia con la idea del ángel, yo solo asentí y deje que el trabajara mientras yo me sumía en mis pensamientos.
El timbre sonó y recogí mis cosas a la mochila como una autómata.
Salí por la puerta hasta el área donde estaba aparcado mi Mercedes. Entonces escuche el suave crujido de unas pisadas que me seguían. Me puse alerta. Inhale para poder sentir el aroma de la persona y en medio segundo lo reconocí al sentir como mi garganta se iba secando poco a poco ante el suave olor a galletas de chocolate. Damian. Sonreí por una fracción de segundo y luego mi rostro adquirió esa masacra de seriedad e indiferencia que tanto usaba.
El timbre sonó y le apresure a irme. Luna ya estaba sentada en las mesitas con el enorme libro de Biología abierto, pero no estaba sola. Un chico de cabellos morenos y piel bronceada se hallaba sentado en el borde de la mesa de la banca donde ella lo veía con un brillo en particular en sus enormes ojos marrones. El chico no estaba feo. Su rostro tenía facciones un tanto toscas pero aun así atractivas, tenia unos perezosos ojos marrones, una nariz un tanto grande como pico de águila y unos pequeños labios que se curveaban en una sonrisa al ver a mi amiga. Sus hombros eran anchos y sus brazos fuertes de apariencia un tanto atlética. Llevaba una playera polo color azul marina y unos jeans color negros.
Sacudí mi cabeza tratando de suprimir una sonrisa. Par de tórtolos, pensé mientras di media vuelta y me aleje hacia mi coche y me dirigí a casa pensando en el lado bueno de que Luna se halla quedado con aquel chico: tenia tiempo de echarme una buena cena en el bosque.
Rachel había dejado una nota en el refrigerador que decía que se había ido a tomar unas copas con un ángel guardián de no se cual legión.
Parecía que hoy era día de los enamorados, pensé con ironía.
Hoy era una noche tranquila, las ramas de los arboles se mecían con una pasividad armoniosa. Empece a cazar. Cerré mis ojos y deje que mi nariz me llevara a cazar un depredador, esperaba, de preferencia grande. Un oso, quizás.
Entonces algo me recorrió por mi columna vertebral como fría agua.
Entonces supe que estaba viendo otras cosas. Damian, de vuelta en su casa, afuera, su madre le gritaba cosas que nadie podría imaginar.
El huyendo de su casa.
Corria a travez del denso bosque en la noche.
Algo maligno lo vigilaba
Y quería hacerle daño.
Pero no solo eso.
En su mano traía una pequeña navaja suiza e iba dandose cortes en sus muñecas, sangre deliciosa corriendole su piel morena.
La cosa que lo vigilaba le ha llamado la atención su sangre.
Entonces me di cuenta de tres cosas.
1: no podría ir de vuelta a casa por mi túnica
2: Damian estaba cerca, ya que podía oler su esencia
3: en problemas
4: esta vez no solo necesitaba del angel, necesitaba alguien que lo escuchara.Sin pensarlo me adentre al bosque a buscarlo, de nuevo
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The Chosen Ones I : Evanesce
FantasyElizabeth Lee despertó en una nueva realidad: ahora era inmortal y peor, su misma condición era un caos. Mitad hija de ángel y mitad vampiro. Hija de la luz y del infierno. Debido a su condición híbrida lo único que El Creador pudo hacer fue encarga...