Prefacio

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Prefacio

Entonces me di cuenta que si aceptaba, dejaría de estar maldita. Me uniría sin duda a la fila de Los Elegidos, ya que volvería a tener la sangre pura. Ya no sería un monstruo.

Pero, en mi mente, solo veía a Damian, cada segundo que había pasado con él.

Si aceptaba, lo dejaría al peligro del mal, sin ningún ángel guardián a su disposición. La salvación era chica comparada con lo que quería y sabia que debía hacer.

Debía proteger a Damian, esa era mi misión y la cumpliría.

Mire a la Hilkanian de cabello rojo.

- No dejare a Damian jamas -

Ella ya esperaba esa respuesta. Sonrió con malicia.

Entonces cayó en mí la maldición

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora