Pasaron una, dos semanas.
Habia justificado mis faltas debido a la "lesion" de aquel dia. Realmente no queria volver al instituto. ¿Acaso me daba vergüenza volver a encontrarme con esos ojos marrones? ¿Acaso es que evitaba que el preguntara de mi pasado? No tenia sentido ¿quien era el para hacerme sentir estas mariposas en el estomago? ¡Yo no sentia! ¡Estaba muerta! Y sin embargo... El me trajo devuelta. Era algo infantil, apenas y nos conocíamos. No podía ser cierto que sintiera algo por el.
Era ridículo, pero lo sentía. Lo más extraño de todo era que tenía esa sensación de conocer a Damian. Era extrañamente ridículo ya que apenas y habían pasado tres semanas y solo había estado con él una.
¿Porque me resultaba tan familiar? Estaba segura de que en mi vida me había encontrado con esos enormes ojos marrones que me miraban con ternura, como si me conocieran de toda la vida.
Era todo tan extraño...
Rachel apareció en la puerta de mi habitación, su larga cabellera morena estaba suelta y le colgaba hasta la espalda. Llevaba un sencillo vestido blanco con tirantes e iba descalza.
"Tu amiga llego" anunció mientras agarraba un puñado de palomitas de la vasija azul que traía en sus manos.
Asentí. Rachel hizo una media sonrisa y se alejo. Sabia que a ella no le agradaba tener visitas humanas. Decía que no se sentía a gusto.
"¿Como evitar utilizar algunos dones? ¡Si para mi son como respirar! Elizabeth, ¿tu crees que se asustaría si utilizara la telekinesis? ¡Es un suplicio!" Había citado después de que yo le negara utilizar la telekinsis. Se había puesto de malas ese día y se había marchado a su habitación. Aveces Rachel parecía una infante, haciendo pucheros."Hola Luna" musité en cuanto vi a mi amiga en la puerta de mi habitación. Estaba recostada en mi cama (tenia que simular que estaba herida). Le hice señas para que pasara. Llego con una enorme pila de libros, la mayoría de biología.
"¿Que tema vieron hoy?" Pregunte por cortesía mas que nada.
"El sistema circulatorio" musitó, tomando el enorme libro de biología. Huh, circulatorio, que ironía pensé, con la sed que tengo...
Sacudi la cabeza.
"¿Te sientes bien?" Pregunto, ladeando la cabeza.
"Eehhh... Si"
Toco mi frente con la mano y mis mejillas. "Cielos, estas helada"
Obviamente, estoy muerta, pensé.
"Es... El clima. Realmente siempre estoy fría, no te preocupes"
"No, niña, tenemos que ir al doctor"
"Pero..."
"Nada de peros, yo te llevo en el coche..." Dijo sacando su celular de la mochila y llamando al hospital...
Me quede en shock. ¿Que hacia? No podía ir, ¡no debía ir! Solo la idea de que el doctor se atreviera a tomarme un pulso que estaba muerto... Sabia lo que pasaría... Preguntas y estudios para determinar que era y pues no creo que a nadie le agrade darse cuenta que su paciente realmente es un muerto que extrañamente esta vivo.
Luna ya estaba marcando al hospital cuando mi salvación llego. Rachel salió disparada con un vaso con un liquido color rojo oscuro, casi negro, con un delicioso aroma. En ese momento me di cuenta que ella seguía siendo mi custodia.
"Te toca la medicina" dijo con una mueca. Sabia que detestaba el olor a sangre y si, a cualquier persona normal lo haría.
La garganta se me secaba con cada segundo que pasaba. No podía ver otra cosa que no fuera el delicioso líquido que Rachel tenia en sus manos.
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The Chosen Ones I : Evanesce
FantasyElizabeth Lee despertó en una nueva realidad: ahora era inmortal y peor, su misma condición era un caos. Mitad hija de ángel y mitad vampiro. Hija de la luz y del infierno. Debido a su condición híbrida lo único que El Creador pudo hacer fue encarga...