Capitulo 23

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Caminaba por los pasillos, hacia la cafetería. Hoy habría sido un día equis si no hubiera tenido lo de la visita al cuartel de los ángeles.

Moria por decirle a Luna que iríamos a rescatar a Amy, le emocionaría, quizá. Pero vagamente la había visto, se hallaba absorta en la biblioteca comiéndose libros sobre anatomía humana, material de facultad.

Entonces me di cuenta: ella tenía un futuro que se aproximaba de manera rápida mientras que yo tenía toda la eternidad por delante... La había mirado por la puerta de cristal reflexionando ese pensamiento y me aleje de la biblioteca: Ella se merecía su espacio para ser humana, lo sabía. La dejaría fuera de esto por una vez.

Me senté al lado de Theresa y Alice, la cual empezó a juguetear con mis mejillas y a reírse a carcajadas. Correspondí a su sonrisa involuntariamente. Gire una manzana entre mis manos con sumo cuidado para no hacerla puré entre mis dedos mientras miraba vagamente por la ventana, por la cual se podía ver el diluvio del exterior.

-¿Y qué harás?-Pregunto Alice, de repente.

La mire confundida. -Estaba distraída ¿que sucede?-

Ella rió y dijo. -De Acción de Gracias. Mis padres irán a Phoenix, pero yo me quedaré.-

¿Acción de Gracias? Las ultimas veces las celebre con la familia de Tessie. Antes de eso, solo había sido capaz dd servir la mesa e inhalar el dulce aroma del pay de manzana con canela... Antes de eso, claro, las había celebrado con mis padres, esos días eran mis favoritos, me acuerdo bien. Me acuerdo de como mi mama se la pasaba en la cocina horneando y siempre me daba a probar un pedacito de pastel antes y me guiñaba el ojo. Me quedaba sentada en la mesa de la cocina y la ayudaba a decorar los pays, siempre llevándome muchas nueces de contrabando a mi cuarto. Ella se daba cuenta, lo sabía, pero ignoraba cuando me iba corriendo con un puñado de corazones de nueces.
Eran días hermosos, los recuerdo bien. Recuerdo a mi padre sentado en la silla de la cabeza de la mesa, mi madre y yo a ambos lados, disfrutando del banquete que nos preparaba cada año en estas fechas, aveces incluso una hermana de mi madre, la tía Mary, venía a celebrar con nosotros, con su novio Mario, un taxista de un peso considerable, pero muy amable. Eso fue antes de que mi tía muriera y el desapareciera, desconsolado.

En fin, no me había acordado de estas festividades porque dejaron de interesarme desde que Johanna entro a mi vida.

En eso entró Damian, sacándome de mis pensamientos, con Jen colgándole del brazo. Me miró y encarnó la ceja, queriendo provocarme. Le susurró algo a Damian y el asintió como un autómata y se dirigió hacia la mesa en la que yo me encontraba con Alice. Desvíe la mirada y respondí a Alice.

-¿Y si vienes a mi casa a celebrar el día de Acción de Gracias?-.

-Si, claro- dijo ella sonriendo. -¿Harás una cena familiar?-.

Sacudí la cabeza -hasta ahorita solo seremos Rachel, mi hermana mayor, y yo-.mentí.

-¿Nos invitaras a tu cena, rarita?-Pregunto Jen mientras se sentaba con Damian en nuestra mesa.

La mire seria mientras entrecerraba los ojos.

-No sabes con quien te metes-. susurre, mis colmillos queriendo salir para señalar mi reto.

-Oh bien que lo se, pero no creo que quieras divulgarlo. A nadie le gustan las sandijuelas-

-Oh, basta, Jen, cariño. Déjala ya-le ronroneo Damian mientras le besaba la mejilla.

¡Puaj! Me daban nauseas y sentía como mi corazón, ya hecho añicos, se astillaba en mi pecho.

-¿Así que harás fiesta?-Continuó Damian arqueando su ceja.

The Chosen Ones I : Evanesce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora