Capítulo 1

40.8K 1.2K 121
                                    

Caminé inquieto en la sala de espera. Maldición. No había algo que odiara tanto como los hospitales. No, quizás si existía algo. Los compromisos. Ser un joven de veintiseis años te daba muchas ventajas, en especial cuando tenías una pila de billetes en el bolsillo, una buena apariencia y una brillante imagen frente a las cámaras. Claro que eso tambien alejaba a las personas. Yo las alejaba, por desconfianza. Solo me querían por mi dinero, está bien, no los necesitaba.

-Señor Nicholson- una enfermera interrumpió uno de mis pensamientos solo para envolverme en otro. Demonios, se veía tan sexy dentra de ese uniforme que me hubiese gustado meterla dentro de un armario de limpieza y hacerle tantas cosas como fuera posible.- Ya puede entrar a ver a su padre, sigame por favor.

La dejé ir delante, de esa forma tendría la espectacular vista de su trasero en esa falda de su uniforme y reprimí mis deseos de darle una nalgada. Controlate Andrew, controlate, estás aquí por tu padre, no para una nueva aventura. Mi padre, un bastardo que apenas pasó tiempo conmigo en mi vida, yacía en una cama de hospital desde hace tres años, por una enfermedad en su sangre que se apoderó de todas sus fuerzas y lo dejó dependiente de los demás. Yo no debía estar ahí, yo no lo quería, ni él a mí, pero los doctores decían que su muerte estaba próxima y él quería hacer sus divisiones de bienes antes de pasar al otro mundo.

Ya casi llegando a la habitación en la que mi padre estaba, pude ver a Tate en la puerta, esperandome a mí por lo que noté. Él era... mi hermanastro, habíamos crecido juntos toda nuestra vida, él era, posiblemente, la única persona en la que realmente confiaba luego de que mi vida tomara este cambio que ahora era lo normal.

-Andrew- murmuró en forma tranquila, asintiendo con la cabeza y le respondí de igual forma. La enfermera abrió la puerta frente a nosotros y ambos entramos.- Gracias.

-Si necesitan algo, por favor, no duden en pedirmelo.- comentó la enfermera echandome una larga mirada y sabía lo que decía. Por favor, ella había estado queriendo lo mismo que yo. Así que me sentí un poco malhumorado cuando solo se fue, cerrando tras ella.

-¿Quién está ahí?- preguntó la ronca voz de mi padre. Ya estaba casi ciego el maldito, pero se lo merecía, se merecía cada cosa que le pasaba.

-Somos nosotros papá, Tate y Andrew- aclaró mi hermanastro. El viejo gruñó y parpadeó varias veces mientras que Tate y yo nos acercabamos para sentarnos a su lado.

-¿Dónde está Sally?- le pregunté sentandome en una silla de plastico a una buena distancia. Sally, más conocida por "la zorra trepadora" de mi padre, era mucho más joven que él, como veinte o treinta años más joven y... ¡Sí que era una tigresa en la cama!

-Ese ángel está en casa, no la quería por aquí, no puede hacer nada aquí- estaba seguro de que hablaba de sexo y tambien yo hablaría acerca de eso si nos referíamos a Sally.

-Podríamos ir al grano entonces ¿Cierto? Ya sabes, algunos tenemos cosas que hacer- me apresuré a contestar. Esa enfermera debía de estar esperandome afuera y no podía perder minutos de sexo por estar en una habitación de hospital con un casi cadaver a mi lado.

-Saben que voy a morir...- gruñó el viejo y asentí con la cabeza. Por suerte, Tate había encendido una lampara a su lado y Timothy, mi padre, pudo verme.- Escribí mi testamento ya, pero prefería decirles esto en persona, pero si quieres irte Andrew, podré explicarle todo a tu hermano.

-No, está bien, nos quedaremos un rato contigo antes de regresar a lo que hacíamos papá, quedate tranquilo- Tate tomó su mano para darle una palmada pero el viejo pronto se la apartó.

-Tate, hijo, todo lo de mi propiedad que haya en la zona sur del país será para ti cuando te cases, en el testamento hay más detalles.- el viejo pronto me miró a mí.- Andrew, todo lo de mi propiedad que se encuentre en la zona norte del país será para ti, siempre y cuando te cases, antes de que yo muera.

Honey Girl [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora