0.23 Por qué lo voy a proteger

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Namjoon tensó la mandíbula con evidente molestia, sus dientes chocando entre sí haciendo presión, mientras su fuerte aroma emanaba de su cuerpo tan agresivamente que incomodaba al par de Alfas menores que le miraban con gestos de incomodidad, pero aguantando por respeto al mayor.

-Esos hijos de puta - Gruñó apretando el vaso de vidrio que hace unos minutos había llenado con wisky junto otro par para sus socios, que con desmedida fuerza quebró entre sus dedos.

-Namjoon, calmese - Pidió el rubio no soportando mas la imposición que el Alfa del moreno estaba exigiendo indirectamente - Va a alterar a su Omega y le traerá mucha preocupación - Chantajeó sabiendo que con eso lograría hacer que entrara en control.

-Tienes razón, me disculpo - Reaccionó recostando la espalda en su sillón de cuero, llevando el índice y el pulgar hasta el puente de su nariz, dejando de lado el momento en que el vidrio crujió entre sus manos.

-¿Entiendo qué vamos a hacer? - Demandó Taehyung.

El moreno alzó la vista observando al par de amigos desde abajo, lanzando una mirada tan gélida que consiguió intimidar a los lobos de ambos, alzando su ceja derecha examinó sus posibles antes de aceptar.

-No queda otra que seguir tus planes Kim - Admitió.

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Días más tarde...

Jungkook aguantaba una risilla burlona mientras observaba (por primera vez en la vida) a su único cuñado correr de esquina esquina en la casa buscando "no sé qué cosa" mientras resoplaba diciendo que llegaría tarde por (otra vez por primera vez en la vrida). El castaño no tenía ni la menor idea de que era aquella cosa tan indispensable para Seok Jin, así que consideraba que lo mejor que podía hacer para ayudar, sería no estorbar. Más eso no significaba que dejaría de ver aquella anomalía.

-¿Y si mejor llamas y dices que llegarás tarde, Hyung? - Dudó con inocencia mientras observa el trasero del mayor mientras esté rebuscaba por detrás de las gavetas de un mueble en la cocina, haciendo un desorden.

Seok Jin giró el cuello como en el exorcista, con los orves abiertos abriendo y cerrando la boca sin decir nada.

"Mala idea"  consideró echándose para atrás sintiendo el peso de la mirada ajena como si le hubiera golpeado físicamente.

El chico soltó un silbido impresionado, negando con la cabeza y elevó las manos rindiéndose, era obvio que no precisaba su ayuda, salió a la sala evitando al contrario.

-¡Aquí está! - Celebró el mayor después de conseguir que su desorden aumentará un poco más.

Jungkook regresó a la cocina lleno de curiosidad observando cómo el mayor se ponía de pie sacudiendo sus pantalones, para después tomar un bolso de tela y ponerlo sobre sus hombros, dando una mirada se soslayo al desorden para terminar posando sus ojos cafés sobre su cuñadito, una sonrisa se formó en sus gruesos y rodados labios.

Jungkook inclinó su cuello para atrás cerrando los ojos, suspiro y asintió.

-Eres un amor - Agradeció el mayor acariciando sus cabellos - Volveré a las cuatro, el almuerzo está listo, solo debes calentarlo, y si vas a salir deja un mensaje a Namjoon o a mí - Pidió abriendo la cerradura de la puerta de la entrada.

El castaño le siguió y se despidio con la mano y un "está bien".

Tras recojer y clasificar todos los utensilios de cocina, frascos y demás trastes, el chico sacudió sus manos como si estuviera desempolvando estás. Había durado unos treinta minutos en terminar.

Pandilla de Omegas - Vkook - JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora