0.19 Por que te mejores

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Jungkook sentía como su cuerpo entero pesaba, podría jurar que por sus venas corría plomo en lugar de sangre, y ese extraño hormigueo que le invadía cada extremidad cuando intenta moverlas era algo a lo que no estaba listo para experimentar, tenía sed, mucha sed, lo confirmaba sus labios resecos ¿Desde hace cuándo no bebía agua? Al menos no se encontraba confundido, recordaba con exactitud la mañana en que se desmayó, el malestar general, sus manos temblorosas y sudadas, vómitos, bajar a la sala de su casa en busca de ayuda, perder el conocimiento... Cuando despertó ese mismo día su cabeza dolía a horrores, sentía que el mundo daba vueltas más rápido de lo usual, doctores por aquí y por allá, Namjoon diciendo cosas que no entendía, y por fin el agotamiento venciendolo nuevamente.

Desconocía la fecha y hora, si había dormido un par de horas o días enteros, quería beber agua desesperadamente pero en aquella habitación no parecía haber ninguna jarra con el preciado liquido, solo estaba él en su camilla, la mesita de madera a su izquierda, una bolsa de suero colgando a su lado conectada a su mano derecha, ni siquiera se atrevía a mirar como la aguja perforaba su piel para enterrarse en una vena. La puerta estaba cerrada, y aunque junto a esta estuviera un enorme panel de cristal tenía las cortinas corridas, ninguna otra ventana que le permitiera observar al exterior. Comenzando a sentirse solito y abandonado hizo un puchero triste, quería llorar pero creía estar lo suficientemente seco como para despreciar el liquido dentro de su cuerpo.

Dentro de su pecho podía percibir como Nochu comenzaba a desperezarse con largos bostezos y estirando sus extremidades, dando una sacudida de cuerpo entero que alborotó su pelaje. Al menos unos de ellos dos no le daba demasiada importancia al hecho de estar débiles y encerrados en una sombría habitación de hospital.

"Así que... ¿Ya aprendiste una lección?" - Se mofó el lobo para iniciar una conversación con su lado menos inteligente, según su apreciación animal.

El chico rodó los ojos más no le reprochó. Nochu tenía razón, y vaya lección que había aprendido, jamás pensó que tragar como sí en su vida hubiese probado un solo dulce le traería tantas consecuencias, es decir, ¿Quién dice que los excesos podían ser tan malos?

"La vida Jungkook, siempre los excesos serán dañinos" - Recordó el animal sintiendo gracia por la ignorancia del joven, si bien eran ambos dos partes de uno mismo, Nochu era un ser que ya había estado en la tierra anteriores veces, y aunque como lobo físico también tuviese que madurar a la par del humano, esté tenía los años de experiencias adosados a su existencia.

-Ya entendí... tienes razón - Aceptó de malas el chico tapando sus ojos con el dorso de su brazo libre.

Nochu torció el cuello de manera drástica jurando por poco que había escuchado mal.

"¿Cómo dijiste?" - Dudó 

-¡Eh! no me hagas repetirlo - Se quejó retomando el puchero que llevaba desde hace rato.

El lobo ladró divertido, no creyéndose todavía lo que estaba sucediendo, al fin su otra mitad le concede la razón ¡Increible! 

-¡Hey! tranquilizate que me alteras los latidos - Reclamó llevando a una mano hasta su pecho donde se sentía su corazón acelerado, no se sentía con la fuerza anímica suficiente para llevar las emociones del contrario.

El lobo bajó las orejas apenado, algún día terminaría por llevarse bien con el humano.

Poco menos de 5 minutos transcurrieron cuando una de las enfermeras de turno entró para checar al paciente encontrándose con una extraña escena, donde el menor platicaba tranquilamente, haciendo una mueca que entendió ella como de descontento, más no comprendía con quien se comunicaba el chico. Así que fingiendo indiferencia interrumpió al chico, preguntando por cómo se sentía y ayudándole a sentarse sobre la camilla, y por petición de éste, consiguiendo una jarra con agua. Marchandose para avisar al doctor y familiares que ya se encontraba despierto y con mejor semblante.

Pandilla de Omegas - Vkook - JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora