0.3 Por Mi

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Los nervios atacaron al pobre castaño que se le había metido entre ceja y ceja la escalofriante idea de que esa misma noche su hermano mayor iba a ofrecerlo como carnada a algún Alfa malvado doblega omegas y sin corazón. Estaba tan aterrado que considero incluso escapar de su casa, al menos por esa noche, pero era una tontería, sabía que Namjoon daría con su paradero en menos de 15 minutos, ya se había escapado con la pandilla para ir a un pique de motos a las afueras del pueblo, no había puesto un pie en la casa de Suga cuando su hermano ya estaba esperándolo dentro tomando té con la abuela de su amigo.

Su teléfono no dejó de sonar durante treinta minutos enteros con los mensajes de la pandilla, pero justo ahorita no tenía cabeza para eso, debía asegurarse que mantendría el apellido Jeon al menos una noche más.

Su animal liberó su aroma mezclado con el miedo ansioso.

Lavanda y Lima dos olores suaves y perfectos para un omega.

-Estás siendo paranoico - Se dijo así mismo mordiendo su labio inferior.

Tres toques a su puerta le hicieron saltar sobre su sitio.

"Vinieron por ti" Habló su animal interior tan cobarde como él.

"VIENEN POR AMBOS LOBO DE FERIA"  Le molesto que ni su lobo se sintiera parte de sus temores personales.

-A ver Jungkook necesito que salgamos temprano tenemos cosas que hacer, preferiblemente antes de que llegue Nam - La voz de Jin sonó como una orden, pero lo escuchó como una sentencia de muerte.

-¡Y-ya voy hyung! - Respondió.

¿Por qué tanto miedo a ser emparejado?

No lo sabía, lo único que tenía era su instinto animal mal desarrollado que le decía que de tener pareja y que este le reclamara como era costumbre entre los licántropos, lo alejaría de la pandilla y le sometería a una vida que le daba miedo vivir. 

-¡Vamos, vamos, vamos! - Apuró el mayor mientras salían por la puerta de su hogar, sacudiendo la mano con energía instando a que el chico moviera las piernas.

-Oye Jinie - Llamó la atención del contrario mientras andaban por las calles del sector más popular y lleno de tiendas, tendría que poner en práctica todas sus skills (habilidades) de aegyo y ternura desbordante para conseguir persuadir al Omega de elegir un atuendo llamativo, el problema era que su cuñado era un maestro en el tema y no caía con facilidad - Crees que pueda elegir por mi cuenta ¿hmm? 

Seok Jin detuvo su andar y escaneó de arriba a abajo al adolescente a su lado, hizo como que contemplaba la posibilidad de ceder ante los ojitos de cachorro del castaño, quería alimentar su esperanza un poco, solo lo necesario.

-Pues... - Extendió la palabra mirando directo a sus uñas, Jungkook soltó una plegaria en ese momento - No lo creo Kook, tu hermano fue bastante claro conmigo, quiere que luzcas decente esta noche, hasta me pidió maquillaje...

Y el castaño dejó de escuchar mientras un terrible peso se cargaba dentro de su estómago, Namjoon quería que luciera "decente", no cabía dudas se iban a deshacer de él. El miedo abrió paso al dolor dentro de su pecho, estaba clara la situación, ya no era un niño, y ciertamente era una carga para su hermano, interfiriendo en su relación marital. 

El golpe de la verdad dolió, pero sirvió para hacerle espabilar, dispuesto a no decir nada más durante toda la tarde, siguió a su cuñado de tienda en tienda, se probó todo lo que le ofrecía y aceptó sin réplicas el traje que le escogió.

Sus ánimos estaban por el piso, e inconscientemente liberara aroma a tristeza, conmoviendo al otro Omega.

-Oye Kook, se que te hubiera gustado elegir por tu cuenta - Le habló con tono condescendiente, y con sumo cuidado le hizo alzar la vista y encararlo, la mirada ajena era dulce y cálida - Piensa que lo haces por Namie ¿Sí? solo será esta noche.

El chico no respondió con palabras, solo se dedicó a asentir y seguir con su desanimo.

-¡Oye! ¡Vamos por un helado! - Ofreció el mayor arrastrando al chico hasta la heladería.

✨✨✨✨✨✨✨✨

Una camisa holgada de seda con un pronunciado escote de cuello V en tono hueso, pantalones color café no muy ajustados, los zapatos eran cómodos, y en conjunto con un juego de accesorios dorados, una cadena adornaba su clavícula con elegancia, una pulsera en cada muñeca y unos sencillos zarcillos en cada orificio. Estaba realmente bonito, con solo una mirada al espejo ya notaba lo que podía hacer el maquillaje en su rostro. Ahora entendía a Solar y sus ganas de salir siempre maquillada.

Pero por más que el reflejo frente a él fuera maravilloso, no podía sentir ni de cerca de esa forma.

¿Cómo dejo que una tonta fantasía se metiera tan profundo en su cabeza?

No importaba, él solito pudo armar el rompecabezas.

-Kookie - La voz del omega se quebró por un momento - Quedaste hermoso, tu hermano estará satisfecho con ambos.

El chico dejó de ver al espejo y giró el cuello para observar a su cuñado desde abajo, la imagen de este era toda una visión regalada por los Dioses, Seok Jin lucia pulcramente elegante y terriblemente atractivo, zapatos de cuero con punta, pantalones negros que enmarcaron sus formadas y estilizadas piernas, su abdomen y cintura eran envueltos por un corset del mismo color negro resaltando sus curvas, y más arriba una hermosa camisa holgada de un vibrante color carmesí  que resaltaba el tono del pintalabios que aplicó el omega, terminando con un par de zarcillos pequeños y una cadena plateada a juego con una que debería igualmente llevar su hermano, el Alfa Jeon.

-Gracias Hyung, luzco así es por ti - Admitió débilmente, extrañando al mayor que no pudo sentir aquello como un halagó a sus habilidades de estilista. 

-Debemos irnos de una vez - Anunció extendiendo una mano al chico - Namjoon se está encargando de unos asuntos, lo encontraremos allá, hay un auto esperándonos.

El alma abandonó el cuerpo del joven Jeon, y luchó por no mostrarse más atemorizado de lo que estaba. Tomó la mano ofrecida, subió al coche y espero llegar al lugar.

Pandilla de Omegas - Vkook - JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora