Pandilla de Omegas - Vkook - Jimsu

0.12 Por nosotras

El día estaba por terminar, los tonos anaranjados que pintaban el cielo en un bonito atardecer anunciaban que pronto se alzaría la luna y pasaría a  iluminar levemente con sus plateados reflejos. La calidez que aún le brindaban los débiles rayos solares le traían una calma nostálgica que era le negada ya hace mucho tiempo, más del que el omega le gustaba contar, porque era un hecho que Min Yoongi contaba los días desde que había partido del pueblo con la promesa de volver a encontrarse.

Cómo una fea ironía de la vida tenía que terminar un último ramo de flores, siendo la petición del cliente que este tuviera botones de oro, una bonita flor amarilla de pequeño tamaño, conocida por representar "al hombre inocente". Suga bufó mientras tomaba un pequeño racimo de la misma flor.

"Hombre desaparecido más bien"  Gruñó su lobo, que a diferencia suya con su constante esperanza por volver a verle, el animal estaba ofendido por la larga espera.

-¿Por qué tardas tanto Yoon? El chico está que entrar al taller para terminar el ramo por su cuenta - Comentó su abuela desde el marco de la puerta dando una vista por encima de su hombro observando al chico que iba de una punta del local a la otra impaciente.

-Ya casi terminó.

No faltaba gran cosa, solo hacer el nudo con la cinta para terminar el lazo que mantendría unido todos los tallos dentro del papel decorativo. Sin más se lo entregó a la mujer y se dispuso a limpiar todos los trocitos y hojas de diferentes ramas y flores que había usado en el día. 

-Me temo que no tengo nada en el refrigerador para esta noche - Anunció la mujer vistiéndose con un abrigado suéter - Espera aquí con la puerta cerrada, iré por algo a la tienda para que podamos cenar, no subas sin mí - Ordenó como toda la Alfa que era, sin esperar alguna respuesta de su nieto.

-¡Abuela espera! ¿No debería ir yo? - Ofreció sosteniendo la puerta de entrada donde le parecía que su abuela estaba atravesada con el propósito de negarle el paso.

-¿Insinuas que esta vieja mujer no puede ir a una tienda por su cuenta? - Si había algo que Lee Hana no toleraría jamás era que la tomasen por alguien incompetente, sin importar su edad, la mujer conocía sus propios límites, además dejar a su nieto vagar por la noche no era un opción, no después de lo sucedido con su padre.

La Alfa había creído en la palabra de Park Jimin y que este se encargaría de velar por la seguridad de su nieto, incluso se había acercado para hablar con ella en privado y explicarle a lo que ambos jóvenes tenían que enfrentarse debido al acuerdo entre sus padres, más le prometió que haría todo lo posible por ganarse el corazón y la aceptación de Yoongi, no iba con pretensiones de ser la mejor opción que jamás encontraría el Omega, pero también le explico el por qué no podía negarse a la orden de sus padres. Hana había visto la honestidad de el Alfa.

Más no estaba dispuesta arriesgar a Yoongi a sufrir por manos de su padre en algún descuido, y no podían culparla, le cuido desde que nació junto a su amado Omega, era su nieto pero también era su cachorro, y como buena Alfa cumpliria con su deber de protegerle.

-Quiero que limpies el mostrador mientras regreso, las persianas se quedan abajo y no le abras a nadie ¿Entendido? - Yoongi tragó duro y asintió, inconsciente la mujer dejó escapar su voz de mando intimidando al menor.

-Sí abuela - Aceptó, no quiso reclamarle a la mujer por la orden impuesta, sabía que no había sido a propósito. 

Se sintió un poco impotente cuando la mujer pasó el seguro desde dentro antes de cerrar, no, no lo había dejado encerrado, él podía abrir tranquilamente desde adentro, más nadie conseguiría abrir estando afuera, a no ser que llevara una llave. Pero saber que la mujer lo hacía para protegerle le hizo sentirse vulnerable y eso a su vez lo dejaba impotente.