Pandilla de Omegas - Vkook - Jimsu

0.18 Por este Par

Beomgyu se encontraba revisando entre sus cajones de la escuela en búsqueda de todos los materiales que aún conserva de sus años en la secundaría, ya estaba junto a su hermano en último curso. Se consideraba un alma artística, razón por la cual año tras año se inscribía en el mismo taller de Pintura y Manualidades que ofrecía su escuela, obteniendo así un gran arsenal de materiales de dibujo, témperas, escarcha, pega, listones de colores y más. 

Esa misma mañana se levantó muy temprano dispuesto a iniciar el cartel donde toda la pandilla escribirían bonitos mensajes para su mejor amigo JK, del cual aún no sabía el estado, sí seguía durmiendo tan profundo como la noche anterior o si ya se encontraba despierto y sintiéndose bien.

Con la incertidumbre causada por la salud del mayor, el omega mordió su labio inferior observando fijamente la caja de cartón donde había depositado todos sus materiales pensando en muchas posibles situaciones donde Jk empeoraba, bajo esa idea sus ojitos picaron con lágrimas. 

Quizás se debía a su cualidad de Omega lo que le convertían en un chico tan sentimental, no recordaba que antes de su presentación tuviera la necesidad de llorar por cada vez que algo le causará angustia o miedo, no fue sino hasta hace un año atrás que su lobo hizo aparición tardía acabando con su creencia de ser un Beta. Causando lo que él consideraba una metamorfosis completa, su cuerpo de adolescente en desarrollo sufrió a la adaptación forzosa, dado que los de su especie (Licántropa)  tienden a presentarse a edades más tempranas en un rango de entre los 12 y 14 años, Beomgyu lo hizo a los 17 años, y fue doloroso para el menor.

Ya entrada en la adolescencia y con todos los indicios físicos de ser un beta, el menor de la familia Choi tenía un cuerpo común para un niño varón, más cuando el cambio le golpeó sus caderas se ensancharon y su cintura se hizo más delgada, sus pómulos aumentaron  volumen y una facilidad de enrojecimiento natural para los Omega, su cabello se hizo más brillante y su piel se volvió terriblemente sensible al punto de irritarse con facilidad debido al sol, ciertas telas y de someterla a presión conseguiría un marcado moretón sobre la zona. 

Todo a causa de su despertar tardío, dado que su cuerpo no empezó a amoldarse con el tiempo suficiente para llegar a la adultez y las características que representaban a los Omegas, por eso es que se consideró un proceso forzoso y por lo tanto doloroso, sin contar claro, su primer celo, y la ola abrasiva de hormonas que le hicieron doblarse sobre su vientre mientras sufría la presentación. 

Sí, definitivamente, el cambio había sido una tortura como ninguna otra para él. 

Con un gesto delicado, limpió de sus mejillas las lágrimas que le produjeron su sentimentalismo y preocupación por Kook, suspirando tomó de cada lado la caja de cartón y salió al jardín donde ya le esperaba su hermano. Habían nacido el mismo día, con la diferencia de unos pocos minutos, dejando a YeonJun como el mayor.

-¡Gyunieee! - Llamó su hermano al verle salir por la puerta trasera - Dae llamó y dijo que aún no puede venir, debemos adelantarnos nosotros y después ellos escribirán - Relató mientras sostenía su teléfono celular con una mano, recién se había comprado una carcasa llena de glitter un gatito color café con lentes oscuros.

El menor llegó hasta el mesón de madera que estaba bajo un árbol que les regalaba sombra, dejando la caja sobre la superficie asintiendo como respuesta.

Por un instante se detuvo para admirar a su hermano, ambos eran tan unidos pero a la vez tan diferentes entre sí, donde Beom era tímido e introvertido, el contrario era expresivo y un poco descarado, en definitiva extrovertido y decía lo que pensaba justo cuando lo pensaba; también estaba el hecho de que Beom se tomaba su tiempo para encariñarse con las personas y hacer nuevos amigos, reservado sobre relatar su vida a recién conocidos y siempre atento a movimientos extraños en las personas, en cambio Yeonjun le gustaba llamar la atención y ser admirado como un Omega atractivo, tampoco confiaba en las personas de buenas a primeras pero no se daba tantos giros para ir y conocer a alguien nuevo.