Pandilla de Omegas - Vkook - Jimsu

0.10 Por no hacer ruido

Caracterizado por ser un Alfa capaz de dominar sus propias emociones al punto de estar orgulloso de su elevada inteligencia emocional para resolver conflictos casi de cualquier índole, Namjoon era un hombre al que respetar, no era que no pudiera enfrentarse en una pelea de ser necesario, pero no había golpeado a nadie desde sus primeros años cortejando a Seok Jin, aquellos cruces de puños fueron necesarios para defender a su Omega. Pero después de haberlo marcado la situación se calmó al punto de no necesitar volver a hacer uso de la fuerza bruta motivada por agentes externos.

Ahora bien, a pesar de la larga lista de veces que consiguió exasperarse gracias a cierto niño de cabellos castaños, nunca había quedado realmente molesto con el menor, que normalmente usaba su arma secreta contra el Alfa: Pestañear, ojitos brillantes, sonrisa de conejito adorable y un delicado " Lo sieeeento Namieeeeee" y listo, el mayor quedaba destruído en segundos. Algo muy parecido a lo que sucedía con su Jinie. Ambos Omegas eran su debilidad.

Lo que Namjoon sentía en ese momento distaba de una leve molestia con el menor, Jungkook había desconfiado de él, comparándolo con un monstruo como el mismísimo Min Shongo.

"¿De dónde rayos sacó esa idea?"

-Desde el pasillo se escuchan tus refunfuños amor - La dulce voz de Jin le interrumpió sus cavilaciones.

-¿Soy un mal hermano? - Preguntó extendiendo una mano que el contrario tomó sin dudar.

El moreno dejo un beso sobre el dorso de la mano ajena y haló a su omega para dejarlo sentado sobre su regazo.

-No es a mi a quien debas preguntarlo - Consideró pasando una mano por el cabello castaño del Alfa que cerró los ojos ante la suave caricia. 

-¿Y un mal Alfa? - Interrogó de nuevo inclinándose en busca de más afecto.

El Omega enternecido por el comportamiento del mayor acercó su rostro hasta la mejilla contraria y restregó su nariz en un beso de lobos, amaba cuando su Yoonie se volvía completamente meloso en la intimidad. 

-Uno terrible sin dudas - Reveló Jin tensando al hombre - ¿Has visto cómo nos tratas? ¿Tú hermano y yo somos de la realeza o qué? - El moreno se relajó comprendiendo el humor de su pareja, dejó ir una sonrisa bordeada por sus gruesos labios - ¡Y qué decir de toda la atención que siempre me das! - El omega continuó con su juego llevando una mano a su frente e inclinando el rostro con fingido dolor - Me desbordas de cariño constantemente ¡Cómo soportarlo! 

Namjoon dejó escapara un carcajada y se inclinó hacia adelante robandole un sonoro beso a su hombre. 

-¿Así y qué más hago? - Dudó tomando al contrario por la cintura - ¿Me esta haciendo falta algo? - Sonrió pícaro.

El aludido llevó una mano a su mentón y fingió pensar por un momento.

-¡SI! Deberías montar un altar con velas a mi nombre - Bromeó pasando las manos por detrás del cuello del Alfa cortando más la poca distancia entre ambos.

-¿Así que eres el Santo de mi devoción? - Indagó dejando un beso sobre su la marca que demostraba su unión, haciendo temblar al cuerpo ajeno.

-Oh, por favor, aquí el que se pone de rodillas soy yo - Admitió sin vergüenza quedando satisfecho de escucharle reirse. 

-En ese caso qué lástima que tengamos invitados esta noche - Manifestó comenzando a acariciar la suave piel debajo del pijama.

-Tienes razón le debemos respeto a la ajoomma - Renuente el moreno comenzó a retirar las manos de donde estaban - Tendremos que ser silenciosos.

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No se puede decir que Jungkook se despertó aquella mañana dado que ni siquiera había logrado dormir ni un poco, recibió el amanecer acompañado del canto de los pajaritos, los cuales nunca tenía la dicha de escuchar desde la ventana de su habitación, ya que siempre despertaba mucho después de que el sol salía, a veces gracias a las fiestas donde llegaba a dormir después de las 4:00am despertaba cuando ya el sol estaba por irse.