Capítulo 20: Amortentia y un 14 de febrero

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Durante las dos semanas después Louis ignoró por completo a Diana y viceversa. Ella continuó con sus asignaturas, las clases que impartía y sus ensayos. Cada vez que veía a Louis o James se liaba a escondidas con Mark o tonteaba abiertamente con Lyssander. Hacía lo que sea para mantener la mente ocupada y no pensar que su cumpleaños tenía que ser un catorce de febrero, el día de san Valentín. Esa mañana se escondió con Albus en la biblioteca antes de clase para evitar a todas las parejitas en su día especial.

- Me siento muy halagado de que la rompecorazones de Hogwarts me invite a una cita el día de San Valentín. - Dijo Albus. - Aún más siendo tu cumpleaños.

- Eres la única persona normal en este sitio. - Dijo Diana.

- Lady Di ¿Me estás pidiendo salir?

- Oh, sí. Me muero por tus huesos. Albus Severus Potter, bésame.

Diana y Albus se rieron como los dos buenos amigos que eran. Faltaba poco para las nueve y tenían que acudir a clase de pociones. Al llegar se sorprendieron se ver algunos alumnos de otros cursos entre los alumnos. Al parecer la profesora Smith había invitado a los alumnos más brillantes de su asignatura a ayudarle. Entre ellos todos los chicos que no quería ver: James, Mark, Lyssander y Louis.

- Supongo que todos sabéis qué es la amortentia. - Dijo la profesora.

- Un filtro muy amoroso muy potente. - Dijo Diana levantando la mano. - El vapor se eleva en espirales características y se supone que huele diferente a cada uno de nosotros, de acuerdo con lo que nos atrae.

- Muy bien, señorita Rodríguez. Veinte puntos para Gryffindor. - Dijo la profesora. - Esta poción se realiza durante quinto curso y aquí os he traído a los alumnos que mejor la elaboraron. El ejemplo que he traído es concretamente la del señor Potter. Si eres tan amable querido, cuéntanos que hueles.

James se acercó al frasco nervioso. Mirando intermitentemente a su novia y a Diana la que sonreía.

- Huelo a libro antiguo, tierra mojada y a... azahar.

La profesora aplaudió mientras James se volvía a sentar desconcertado. Lizzie miraba estusiadamada a su novio. Suponiendo, quizás, que había descrito su olor. Pero Diana sospechó que había algo que no había ido bien. La chica miró a Albus para preguntarle si sabía algo de su hermano pero el chico estaba distraído dibujando desde el principio de la clase. Lo sacudió y la profesora los vio.

- Albus y Diana, ya que os veo tan entretenidos. Vengan aquí. - Dijo Smith. - Albus ¿qué hueles?

Albus, se acercó preguntando con la mirada perdida qué tenía que oler. Se acercó al frasco e hizo cara de desagrado.

- Profesora, no sé qué tengo que oler pero es que Diana...

- Albus, es amortentia, cuéntanos a qué huele y ya nos contarás lo de Diana. - Dijo la profesora.

- Amortentia... - Susurró Albus... - Huelo a pudin de chocolate, biblioteca y a azahar. - Se sonrojó.

- ¿Azahar? - Preguntó la profesora. - Curiosamente tu hermano también olía a azahar. Debe ser algo de los Potter. Bueno, Diana, adelante.

Ella se acercó repasando los olores que habían dicho tanto Albus como James y le resultó curioso que coincidieran en cierta manera. 《Azahar... ¿A quién conocía que olía a azahar?》Se preguntó Diana. Pero al abrir el bote se dio cuenta de que olía potentemente a una mezcla entre el champú de alguien que conocía muy bien.

- Huelo a tormenta en un día de playa, regaliz negra y... carboncillo - Dijo Diana ruborizándose.

La profesora despidió a los alumnos más mayores y se dispuso a enseñar las propiedades de la poción crece huesos. Durante la clase la miradas entre Albus y Diana parecían un partido de tenis. Cuando acabaron la clase Rose se fue a hablar con Scorpius y se quedaron Albus y Diana solos. Decidieron ir al lago a tumbarse al tímido sol que había salido aquel día. Él sacó sus lápices de dibujo y empezó a dibujar como su amiga leía.

- ¿Algún día vas a dejar de dibujarme? No me queda sitio en la carpeta ya. - Dijo Diana sin dejar de mirar su libro.

- Él día que muera. - Se rió Albus.

Ella cogió un trozo de pegamino y se lo tiró a la cabeza. El chico se levantó y fue cara ella. Diana se levantó y empezó a correr por el campo huyendo de él hasta que se tropezó cuando la cogió Albus, cayendo sobre él. Ambos se sonrojaron. Estuvieron así mirándose durante unos minutos a los ojos. Se apartaron avergonzados y miraron el cielo.

- Ha sido muy interesante la clase de hoy. - Dijo Albus. - Te vas a reír pero por un momento pensé que la amortentia olía...

- A ti. - Dijo Diana.

- ¿La tuya también olía...?

Diana asintió mientras Albus se sonrojaba muchísimo. Él se acercó y la apartó algunos mechones que tenían en la cara. Se volvieron a mirar fijamente a los ojos. Acercaron sus cabezas hasta que escucharon un ruido que les hizo voltear la cabeza. Eran Rose, Scorpius, James y Lizzie.

- ¿No habremos interrumpido nada verdad? - Dijo Lizzie.

- No, claro. - Dijo Diana.

- Di ¿otro de mis primos? - Preguntó Rose.

- Si medio Hogwarts es familia tuya. - Espetó Scorpius.

Hubo un momento incómodo en el que tanto James, Albus y Diana intercambiaron miradas. Ninguno de los tres parecía cómodo en esta situación. Fred vino con una chica de cuarto curso de Hufflepuff y empezaron a hablar hasta que se fueron a comer. Allí en el gran comedor todos recibieron cartas de san Valentín. Diana recibió unas cuarenta de diferentes chicos de Howgarts pero ninguna era de James o Louis. Sin embargo, Nick le dio en mano una carta de amor que la hizo leer delante de todos:

Querida Lady Di:

Estoy muy disgustado porque ya no te sientas a discutir conmigo sobre Britney Spears. Aún así te sigo queriendo tanto que te perdonaría que no te parezca un dios griego el cazador irlandés Andrew Trimble. Por cierto, a los franceses no les queda bien el amarillo. Su color es el rojo.

Besitos, Nick.

Diana miró la nota pensativa. Había un mensaje oculto que no logró averiguar. Tampoco iba a ir a preguntarle estando al lado Louis besuqueándose con au novia de Hufflepuff. Recogió sus cartas y se fue a su habitación. Todas sus compañeras de habitación tenían novio así que estaría completamente sola el resto de día sin que nadie le molestara. Pero al llegar James y Lizzie estaban besándose ambos sin camiseta. Ella gritó y fue a la biblioteca. En su sitio preferido estaba sentado Albus sonriéndole.

- Pensé que no ibas a venir. - Dijo Albus.

- Pretendía esconderme en mi habitación pero tu hermano y su novia estaban...

- ¿Cómo podríamos estar tú y yo?

- Albus...

- Diana...

- Somos buenos amigos ¿por qué arruinarlo?

- Somos buenos amigos ¿por qué no mejorarlo?

Albus se acercó a Diana y la besó dulcemente en los labios. Ella se dejó besar. Vio su pelo negronque ya había alcanzado una longitud perfecta pqra hacerse un pequeño moño. Los ojos verdes vibrantes llenos de amor. Albus era el chico más dulce con el que había estado. Lejos quedaban esos dos besos furtivos que se habían dado anteriormente. Aquí había más amor que pasión. Se fueron a sentar y vieron a Louis como los miraba. Seguramente los había visto besarse. Se fue sin decir nada pero esta vez no le importó a Diana. Al lado de Albus, estaba todo bien.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora