Capítulo 30: Welcome back

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Diana recogió todas sus cosas con la ilusión de volver Hogwarts y ver a sus amigos aunque eso supusiera tener que hacer sus TIMOS ese año y no el que viene como en Beuxbatons. Se despidió de sus amigos y prometió enviarles cartas con las últimas actualizaciones de su vida. Durante el camino, Teddy le contó que le había pedido la mano de Victorie a Bill a la antigua usanza y que planeaba pedírselo en Navidad. Diana no paraba de reírse de ver a Teddy tan tímido y a Harry riéndose de su ahijado. Al llegar a Londres pasaron por su casa a coger su uniforme y a hablar con su padre. El señor Henry Rodríguez estaba consternado ante los últimos acontecimientos. Era cierto que no aprobaba el estilo de vida que tenía su hija pequeña pero no se imaginó que hubiese ido tan lejos sus mujer. Diana lo abrazó y le pidió que le escribiera de vez en cuando mientras estaba en Hogwarts. Su padre aceptó un poco a regañadientes lo que le sorprendió al señor Potter enormemente. Después de varias horas, ya era la hora de la cena para cuando llegaron a Hogwarts. En la entrada el profesor Longbottom. Lucía un poco desgarbado, triste y con cierto edor a whisky barato. Diana lo abrazó efusivamente mientras que Harry lo miró con tristeza.

- Neville, eres el mejor profesor del mundo. - Dijo Diana. - Perdón, profesor Longbottom.

- Gracias, Diana. - Sonrió tímidamente. -  Si estamos en familia delante puedes llamarme Neville pero no en clase ¿vale?

Harry hizo un gesto dando luz verde a Diana para entrar en el gran comedor. Ella aceptó y los dejó solos mientras mientras escuchaba como su profesor lloraba. Entró al gran comedor. Su bullicio era tal cual lo recordaba. James la vio, se levantó corriendo a cogerla y le dio un beso en la mejilla.

- Hoy es mi día de suerte. - Dijo James.

- ¿Te alegras de verme, Potter? - Dijo Diana.

James le dio tantísimos en la frente que Diana no podía parar de reír de las cosquillas que le producía. Rose, Scorpius, Albus y Lily vinieron. Todos parecían contentos a excepción del mediano de los Potter.

- Cuatro meses han pasado desde que te vi... - Dijo Albus con la voz quebrada.-  te he echado tantísimo de menos... - La abrazó. - No te vayas nunca.

- No me iré, Al. - Dijo Diana. - ¿Quién preparará contigo tus TIMOS? ¿James?

- Oye, soy headboy. - Dijo James intentando hacerse el ofendido.

- ¿En qué estaría pensando McGonagall? - Albus se rió.

Todos se sentaron juntos en la misma mesa. Lily incluso invitó a Sophie, la chica de Ravenclaw que le gustaba. Diana se preguntó como llevaría su relación con ella. Después de la cena continuaron charlando un rato hasta que Diana estaba dando cabezadas del sueño y decidieron que debían de ir a sus respectivas habitaciones. La recién llegada  había tenido un día muy ajetreado que la hacía estar tan cansada que casi a penas podía abrir los ojos. Subiendo las escaleras, James la llevó a su habitación.

- James, lo nuestro no...

- Lo sé, Di. Además estás cansada. Simplemente he pensado que podríamos dormir juntos. Además, he convencido a los chicos para que no viniesen.

- ¿Solo dormir?

- Solo dormir.

James le pasó a Diana un jersey de las Arpías de Holyhead. Ella se quitó la ropa delante de él para ponerse el jersey que le venía de vestido mientras él, tumabado sobre la cama, la miraba atentamente.  Ambos se acostaron y se abrazaron en la oscuridad de la sala. Como desde hacía más de diez meses que no lo hacían.

- Te he echado de menos. - Dijo James. - Tu pelo huele tan bien...

- ¿A azahar?

- ¿Lo sabías? - James se sonrojó.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora