Capitulo 41: Lo más sencillo es complicarlo todo

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Diana se despertó aquella mañana del catorce de febrero queriendo comerse el mundo. Se levantó temprano y decidió hacer su rutina de estiramientos antes de desayunar. De calzó sus mallas y su sudadera para ir a la sala de música. Un pensamiento fugaz quiso que James o Albus la interrumpieran. Cuando acabó fue a desayunar. En una hora pasarían a por ella así que tenía que ser rápido. A penas había nadie en el comedor. 《Menos drama.》 Pensó.  Pero para cuando estaba mordiendo la última tostada, apareció James y se sentó delante de ella.

- Te estaba buscado en el aula de música.  - Dijo James. - Quería hacer ejercicio contigo.

- Al grano. - Dijo  Diana.

- Solo quería felicitarte por tu cumpleaños.

- Oh, vaya. Gracias, James. Me voy que tengo una cita.

- ¿De verdad vas a salir con Louis?

- ¿A ti que más te da?

- Solo te gusta porque te lleva casi cuatro años. Además, solo eres una más para él. Una niña ingenua a la que le acabará rompiendo el corazón.

- ¿Cómo lo hiciste tú? Louis fue la única persona que me apoyó cuando tú me engañaste y todos me distéis la espalda. Y ojalá no hubiese estado enamorada de ti porque ahora llevaría un año con él.

- ¿Por qué me atacas? Estoy intentando protegerte.

- Lo estás haciendo porque te cuesta creer que me pueda enamorar de alguien que no seas tú. Así que, por Merlín, a la próxima vez que te guste ten los huevos de decírmelo en lugar de jugar con mis sentimientos. - Dijo Diana  levantándose. - O, al menos, no me pongas los cuernos.

Diana se fue corriendo hacia las duchas de las habitaciones frustada. No podía creer la osadía que había presentado James. Estaba furiosa. Solo podía pensar en lo muchísimo que lo odiaba ahora mismo. Respiró hondo. Era hora de vestirse y prepararse para su cita. Su cita con Louis después de tanto tiempo Desenpolvó una falda de pana marrón y un jersey blanco que le había quitado a su hermana. Quizás así y con un poco de maquillaje podría parecer un poco diferente a lo habitual. Bajo la esperaban Mark y Scorp que no dudaron en decir lo guapa que estaba. Por el camino ella les contó lo que había pasado en el desayuno. Su amigo estalló de rabia e impotencia. Ninguno de los tres podía creer lo que estaba pasando. Al llegar a Hogsmade vieron instantáneamente a sus amigos sentados en un banco. Louis intentó actuar normal pero Nick no paraba de darle codazos riéndose. El rubio le entregó un ramo de rosas de chocolate y regaliz que había comprado previamente en Honeydukes. Ella se sonrojó dándole un beso en la mejilla. Paseando por el pueblo vieron como los dos hermanos Potter con sus citas acudían a la tienda de té de Madame Tudipié. Lorcan bromeó sobre la idea de tener una cita romántica a lo que Nick lo empujó diciéndole que eso era de parejas sin confianza y cursis. Llegaron a Las Tres Escobas donde Madame Rosmerta abrazó a los antiguos ex alumnos. Los seis hablaron sobre temas triviales y se pusieron al día con sus vidas.

- Bueno, Louis, no has dicho lo guapa que se ha puesto Diana para verte. - Dijo Nick.

- Nicolas, déjalos en paz. Como te gusta  hacer hablar a la gente. - Dijo Lorcan.

- Eso, Goyle, haz caso a tu novio.  - Dijo Louis.

- ¿Llamándome por mi apellido? Picante. - Dijo Nick.

- Eres imbécil. - Dijo Louis cogiendo a su amigo por el hombro.

- Fuera las manos de mi hombre y dile algo bonito a la chica. -  Dijo Lorcan tratando de sonar escandalizado.

- Estas muy guapa, Diana. - Dijo Louis con la voz un poco temblorosa.

- Tú también, Louis. - Respondió Diana.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora