Howgarts patas arriba

Capítulo 3: Ex's and Oh's!

Tras el beso, Diana y Albus no volvieron a dirigirse la palabra exceptuando algún comentario suelto en clase. Él pasaba todo el tiempo con solo o con Scorpius mirándola mientras ella hablaba con todos y tonteaba con James. El chico se había convertido en  par de días alguien muy agradable con quien pasar tiempo. Incluso el jueves por la tarde se la llevó al campo de Quiddich y jugaron a marcar con la Quaffle. Diana tenía la sensación de vivir en un sueño.

Era viernes a medianoche y se encontraban en la sala común de Gryffindor Diana leía el libro de adivinación tumbada sobre James quien le acariciaba el pelo.

- Me encanta la combinación de tu piel pálida, tu pelo rubio y tus ojos oscuros. - Dijo James.

- Y que te haga los deberes de Adivinación.

- Sobre todo que me hagas los deberes de adivinación. - Se rió James.

- Eres un idiota, James Potter. - Dijo Diana tratando de parecer ofendida.

- Un idiota que solo le han bastado tres días, a falta de nuestra cita de mañana, para que te enamoraras. - Respondió con chulería.

- ¿Sabes que veo tu futuro?

- ¿Y qué ves?

- A ti llorando cuando cancele nuestra cita y me vaya con otro.

- No podrías.

- ¿Sabes si Fred está disponible mañana?

James arqueó una ceja y Diana supo que tenía a penas unos segundos para correr. Ella se levantó rápido y fue en dirección a su habitación esperanzada de que no la pillase. Pero él la alcanzó y la puso contra la pared con una sonrisa burlona sabiendo que la tenía atrapada. El chico la miró como si fuera la cosa más bella del mundo y la besó.

- Buenas noches, lengua viperina.

Diana se fue a su habitación pletórica y nerviosa de su primera cita con James. Es verdad que habían pasado los últimos días juntos pero quería disfrutar de Hogsmade de verdad y no con su profesor explicándole datos curiosos sobre el lugar. Cuando llegó a su habitación, estaban las chicas hablando encima de la cama de Lizzie  Jones quien era la mejor amiga de Rose y James. Era guapísima. Tenía el pelo largo y rubio, los ojos turquesa y una sonrisa que demostraba lo agradable que era. No era de extrañar que James hubiese salido con ella. Era perfecta.

- Espero que se curre tu cita, Di. - Dijo Lizzie mientras Diana se acostaba. - A mí me dio una vuelta por el pueblo y me metió mano en la casa de los gritos.

Diana intentó mostrarse impasible ante el comentario de su compañera pero en el fondo le había dolido. Sabía que su relación no era seria y que Lizzie ya formaba parte del pasado pero aún así sintió una punzada de dolor que Rose notó en sus ojos. Diana sonrió haciéndole ver que no pasaba nada y decidió dormir.

Al despertarse, todas seguían durmiendo así que se preparó para su primera cita oficial con James. Unos pantalones pitillo, un jersey rojo, un abrigo negro y un poco de maquillaje. Un detalle que tuvo en cuenta era ponerse un pintalabios fijo para no interfiriera en sus besos. Una vez lista, bajó las escaleras rápidamente y esperó a su chico en la entrada de castillo. 《Espero que no se haya retrasado en su entrenamiento.》Pensó Diana. Pasados diez minutos, llegó una lechuza que le entregó una carta sin remitente.

Querida Lady Di:

Espero que disfrutes mucho de tu cita con James. Cuida del imbécil ese.

A.S.P.

PD: Posiblemente nos veamos por Hogsmade.

Cuando acabó de leer la carta, Diana se la guardó automáticamente en el bolso. Esas iniciales solo correspondían a una única persona: Albus. La misma persona que la había besado 4 días atrás y la había ignorado por completo. 《Me ha hablado para asegurarme que mantenemos el secreto.》Pensó. Aunque James le estaba empezando a gustar, su corazón latía por su hermano pequeño.