Capítulo 29: El plan perfecto

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La primera mañana de colegio había empezado. A primera hora tenían herbología y las clases con la profesora Perpinyà eran extremadamente aburridas. El señor Longbottom siempre hacía bromas con las plantas e intentaba hacer las clases más entretenidas de lo que la directora McGonagall le gustaría. James y Albus se reían porque aparentaba en el colegio ser más serio que en la vida real. Albus en una ocasión le paró por los pasillos para preguntarle si las mandrágoras eran afrodisíacas y respondió inconscientemente que sí. Aquel día castigaron a Albus una semana a limpiar el despacho de su padrino.  Diana se rió fuertemente en medio de la clase al recordar aquello. Todos la miraron extrañados.

- Veo que la col masticadora China te resulta divertida - Dijo la profesora. - ¿Sabes para que se utiliza?

- Para la poción crecehuesos. Fue creada por Linfred de Stinchcombe también conocido el Potterer. - Respondió Diana.

La profesora se quedó sorpendida y continuó su clase. Diana no podía dejar de pensar en sus buenos tiempos allí. Es cierto que el frío de Escocia era casi insoportable y que la comida era peor que la de Beauxbatons pero eran más amables de lo que nunca habían sido en su actual colegio. Al salir de clase todo el mundo hablaba de su encuentro con Bella del día anterior. Algunos incluso rumoreaban que Diana se había convertido en una maga oscura. Ella intentó ignorar a todos pero los rumores cada vez se hacían más fuertes y llegaron a oídos de su herman quien la increpó.

- Diana, dime que no has amenazado a Isabella Bernard. - Dijo Julia

- Ayer puede que acusara a nuestra querida madre de ser torturadora profesional y deslizara mi varia por su garganta. - Contestó Diana.

- Soy tu tutora legal aquí. No puedes hacer eso.

- ¿Por qué te alarmas porque le fuera a pegar a Bella pero no por lo mamá?

Julia empalideció y evitó hacer cualquier contacto visual con su hermana. Se dispuso a salir de su despacho pero Diana le cerró el paso.  No pensaba permitir que la ignorara de nuevo como tantas veces había hecho al preguntar cosas de sus familia. Su hermana mayor era insistente pero ella también podía jugar a eso. Julia se rio sarcásticamente y se sentó pareciendo entender la situación.

- ¿También te lo ha hecho a ti verdad?

- Gio besó a otra y me fui a despejarme. Cuando volví me arrastró a una habitación con ellos y tras charlar un poco nos quedamos ella y yo a solas. Esa mujer... - Diana se puso a llorar.

- Te pegó y luego utilizó cruciatus ¿verdad?

- ¿También te pasó a ti?

- Sí. Ella hizo que me hicieran subdirectora haciendo que jubilaran  precipitadamente a Madame Maxime. Ella quiere ser la dueña de nuestro futuro y así será.

- Pero no lo entiendo ¿Cómo lo hace?

- Diana, tienes que saber que mamá es una su medibruja muy buena pero sus tácticas un tanto peculiares. Se encierra con sus pacientes a solas para intentar mejorarlos pero luego todo huele a madera quemada. A magia oscura.

- ¿Eso que tiene que ver con nosotros?

- Porque todas las técnicas, las maldiciones imperdonables las practica con nosotros.

- No entiendo después de tantos años que no esté en Azkaban ¿Papá no tiene miedo de estar con alguien así?

- Mamá utiliza a todos como maniquíes con la maldición imperio y luego modifica los recuerdos de todos, incluso de papá, para salir impune. Todos saben algo pero nadie puede demostrar lo que hace.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora