Capítulo 9: Nada se rompe más que un corazón.

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Rose miraba fijamente a Diana y Albus esperando cualquier mínima reacción al respecto. Ellos la miraban preguntándose que quería decir. Faltaban diez minutos para que llegasen alumnos.

- Bueno, pues ya que no habláis, lo haré yo. - Dijo Rose finalmente. - Después de que James me pillara con Scorpius me fui al baño de prefectos, donde cierto primo me contó la contraseña.

-¿Se la cuenta a todo el mundo? - Se quejó Diana.

- Silencio. - Dijo Rose. - Estaba allí en uno de los váteres y oigo a James y Fred entrar. James lloraba muchísimo y Fred no paraba de decir qué pasaba

James POV

- Se lo he preguntado, Fred. - Dije. - Le he dicho a Albus si le gusta Diana.

- ¿Estás loco? Te dije que no lo hicieras. - Respondió Fred. - Cuéntame.

-  Pues pillé a Rose besándose con Malfoy. Ellos me dijeron que le había entrado a mi hermano un ataque de ira de los suyos y que Diana lo persiguió como siempre hace cuando se enfada. Estaban en una sala los dos chillándose y entré. Como siempre. Los dos cada uno en una esquina mirándose con odio. Me puse a tontear con Diana para ver la reacción de mi hermano.

- ¿Cómo haces eso?

- Tuve que hacerlo. Veras... Antes de entrar me paré unos segundos en la puerta y parecía que no había nadie pero entonces escuché a mi hermano decirle que, si ella quería, él paraba. Ella le respondió que me quería, Fred.

- ¿Lo ves? Di te quiere.

- Bueno, ahí no acabó la cosa... Entré, tonteé un poco con ella y vi su cara. Estaba rojo y con cara de pocos amigos. Le pedí a a Di que se fuera y, mientras se lo preguntaba, lo vi claro: Esta enamorado de ella.

- James, Al no va a quitarte tu novia. No sería capaz.

- No lo sé, Fred. - Dijo James llorando.

POV DE VUELTA A LA REALIDAD

- Pensaría que James está siendo un celoso compulsivo pero de repente me acordé de que anoche Diana llamó a Albus en sueños. - Dijo Rose.

- No hay nada que contar. - Dijo Albus. Por cierto, Lady Di ¿sueñas conmigo? - Arqueó una ceja.

- No te hagas ilusiones. - Dijo Diana.

- Vale. Ya me habéis confirmado que algo hay ¿En qué estáis pensando? Le vais a romper el corazón a James. - Gritó la pelirroja.

- Me besó Albus. - Acusó Diana.

- Pero bien que me cogiste el culo, rubita. - Le guiñó el ojo Albus.

- Lo dices como si no te hubiese gustado. - Replicó Diana.

- Basta ¿Cuando pasó eso? - Dijo Rose.

- El primer día de clase. - Respondió Diana. - Y no ha vuelto a pasar.

- ¿Y el beso que te he dado antes?- Se rió Albus.

- Te he apartado y te he dicho que quería a James.

- Eso decías con palabras mientras que tu cuerpo...

- ¡Basta! - Gritó Rose. - Diana ¿a ti te gusta James o te gusta Albus?

- Me gusta James. - Dijo Diana.

Albus la miró sorprendido. Una parte de él seguramente esperaba que ella se declarase.

- ¿Y a ti te gusta ella? - Preguntó Rose.

- Me gusta Diana. Pero le he prometido a James que no la besaría así que haré honor a mi palabra y me apartaré. - Dijo Albus.

Albus se levantó y dio un puñetazo en la pared susurrando algo que Diana no logró entender. Se dirigió hacia la puerta y se dio la vuelta.

- Solo espero que cuando James te rompa el corazón, que lo hará, no vengas a buscarme. - Sentenció Albus con lágrimas en los ojos.

Las chicas se quedaron perplejas mirándose ¿Qué acababa de pasar? En a penas una hora, Albus había pasado de ignorar a Diana a insinuar que si ella quisiera estarían juntos. No sabía que pensar. Quería ir detrás de él, como siempre que le entraban sus arrebatos pero sabía que no debía. Se le formo un nudo en la garganta y se echó a llorar.

- Di, yo no creo que James vaya a jugar contigo. Le gustas de verdad. Solo hablan sus celos.

Rose la abrazó fuertemente y se fueron juntas hacia la sala de conferencias. Allí los gemelos Scamander hicieron una breve introducción sobre las ponencias. Primero el señor Malfoy explicó sus últimos descubrimientos sobre Aritmancia, la señora Potter explicó las novedades del quiddich, el señor Weasley la importancia del humor en la magia, el señor Potter su experiencia como auror, el señor Newt Scamander habló sobre criaturas mágicas y la señora Granger-Weasley de su día a día como ministra. Todos disfrutaron muchísimo. James se había perdido la charla de su tia y del abuelo Scamander lo que le extraño a la rubia. Todos los primos Weasley aplaudieron como locos y Diana y Scorpius se reían al ver a su amigos. Y como era de esperar, Albus no estaba entre ellos ni en ninguna parte de la sala.

Cuando acabó todo, Diana se acercó a los ponentes a agradecerles todo lo que habían hecho pero le entraron ganas de ir al baño y se fue corriendo. Entró en uno de lo aseos y se sentó. De repente escuchó unas risas que entraban.

- Alguien ha bebido demasiado whisky. -  Se escuchó la voz de Lizzie. - Bueno, los dos hemos bebido demasiado en a penas dos horas.

Lizzie se reía como una tonta. Diana  intentaba averiguar con quién había venido pero no quería ser descubierta. Se escucharon besos, gruñidos y jadeos. 《¿De verdad lo iban a hacer en el váter? Puaj》Pensó Diana.

- Esto tiene que quedar entre nosotros o  si no tu novia se enfadará. - Dijo Lizzie. - Aunque debe de entender que un desliz lo tiene cualquiera o varios... - Se rió.

- Lizzie, tengo a Diana controlada. - Se escuchó la voz de James.

Diana se quedó petrificada. Supo que tenía dos opciones: Irse y fingir que nada ha pasado o sacar la furia latina y plantarle cara. Se levantó y dio un portazo al cubículo donde estaban. Lizzie tenia la blusa desabrochada al igual que James que también tenía los pantalones desabrochados y el pelo revuelto.

- Mierda. - Dijo James.

- O sea, le pides a Albus que no me bese porque estás celoso de que seamos amigos. Incluso le lloras a Fred que si me voy a ir con tu hermano y tu te enrollas con Lizzie a mis espaldas.

- Pero Diana yo te quiero a ti. - Dijo James.

- Vete a la mierda, James. - Dijo Diana con lágrimas en los ojos. - Tenía razón tu hermano. Espero que te haya valido la pena.

Diana se fue de allí. No aguantaba ni un minuto más en ese lugar. Debería de volver a la sala de conferencias pero no pudo hacer frente a los demás. Pensó por un segundo ir a la torre de astronomía pero no quería volverse a cruzar con el señor Potter. No sabría cómo contestarle esta vez. Se dirigió al lago y vio a Albus. 《Los Potter están por todos los lados.》Pensó. Pero cuando disponía a marcharse, Albus la cogió del brazo y la miró fijamente como lloraba.

- James. Lizzie. Tenías razón. - Tartamudeó Diana.

Albus pareció entenderla y asintió. La abrazó y ambos sintieron como sus corazones latían al unísono. Él la cogió del rostro y la besó dulcemente. Solo pon un segundo parecía que todo iba bien en el mundo.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora