GUERRA MORTAL | La mayoría de las personas culpan a Dios de los problemas creados por humanos. En el apocalipsis hay miseria, muertes, guerras y muchas personas muriendo todos los días; y todo eso es por la causa de los mismos humanos destruyéndonos...
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|| Carl Grimes ||
— ¿Carl? — la vocecilla de Eva llama mi atención, de inmediato quito mi vista de Aaron, ella quiere levantarse.
— Shh, tranquila, no lo hagas, estás bien — le digo al tomarla de la espalda, le duele la cabeza, ella cierra los ojos, parece migraña.
— ¿Dónde estamos? — ella me pregunta — ¿y Duncan?
— Bueno...
— ¿Y ese quién es? — ella me interrumpe, toma con fuerza mi camiseta, mi sombrero está a su lado, después de la lluvia, no se lo quité.
— Está bien, dice tener una comunidad, nos llevará, Duncan y los demás fueron a revisar si hay más personas — le hablo con suavidad, no parece estar soportando mucho ruido, trato de recostarla en el suelo.
— ¿Iremos? ¿de verdad iremos? ¿es un lugar seguro? — ella comienza a cerrar los ojos, cuando veo su pierna, noto cómo la herida se ha abierto, está perdiendo sangre, tiene hambre, su piel ya no es solo blanca, sino hasta pálida, tiene frío — ¿él vio algo en nosotros?
La desesperación entra por mis poros, ¿qué hago? Ella parece desvanecerse, incluso no parece importarle que la toque. Está mal, muy mal.
— No vio nada en nosotros, somos como cualquiera.
— Gente como nosotros, salvo a una chica loca con una espada, — dice mientras pone su cabeza sobre mi sombrero, está cómoda y es lo que importa — salvó a un chico al que le dispararon, salvo a una niña que se perdió en el bosque, él vio eso — ella intenta sonreír, pero cada movimiento parece dolerle, no puedo soportar que sufra, necesito hacer algo.
— No sé lo que vio.
╾❦╼
— ¡Eva! — mi mano está sobre su mejilla, sus labios resecos están entreabiertos — por favor responde, no duermas, no puedes dormir, te necesito despierta — mi mano golpea con suavidad su mejilla, pero la palidez cada vez es peor, no sé qué hacer.
— Tiene hambre... — la voz de Aaron no ayuda — escucha, ¿viste el pure de manzana en mi bolsa?, esta débil necesita comida, esto no es una broma.
Clavo mi mirada en la madera de la pared, sé que tiene razón, Eva está débil, necesita comida, agua, un médico. Me levanto rápido y busco lo que me indica, al abrirlo, un dulce olor a manzana llena mis fosas nasales, mi estómago me pide la comida, pero al tomar un poco en la cuchara, se la extiendo a Aaron.
— ¿Crees que intento matarla?
— Pruébalo — insisto.
— Estoy atado y ya expresaste que me mataras, ¿cómo matar cruelmente a una niña frente a ti ayudaría a la situación? — parece tener miedo, la comida tiene algo, lo sé.