Guerra Mortal ►Carl Grimes [2]

― 17. Hotel.

『CAPITULO 17』

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↻ H o t e l
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||Carl Grimes||

— ¡Hay que darle piedad! — grito cuando la sangre en el cuerpo de Maggie mancha toda la tela.

— ¡Espera!, — Altea me grita — no se está convirtiendo.

— Pero lo hará, no tenemos nada para curarla.

— No ha muerto, no puedes hacerlo.

— No voy a discutirlo — menciono para después apuntar a la cabeza de la chica, siento algo frío en mi nuca, es la pistola de Altea, pero frente a mí puedo ver a Daryl apuntándole.

— Hay que hablarlo sin violencia — propone Brianna — nuestra doctora puede revisarlos, Doctora Merch, ¿nos haría el favor?

— La bala lo atravesó, — menciona ella, es una mujer adulta, las arrugas en su rostro no se dejan esperar, tiene el cabello negro, y la mordida en su mejilla, como todos — la herida en la cabeza me preocupa más, — toma con delicadeza el rostro de Murphy — tiene una contusión... o tal vez peor.

— Debemos unirnos al círculo de confianza, — Brianna habla y se sienta en el suelo — tenemos que hablarlo, la desconfianza es como las cenizas, con una chispa enciende todo a su paso, y al fuego no le interesa quien se queme.

— Por favor... — Altea le dice a la doctora — no le den piedad sin que muera antes, se lo pido — la doctora solo asiente con la cabeza.

— Yo vi espiando al chico cuando se escuchó el disparo — dice un hombre, mirando a 10k, ¿qué demonios?

— Yo, — habla otro hombre, con la mordida en la frente — apoyo lo que dijo, lo vi después del disparo.

Brianna se acerca a 10k, él está sentado con su rifle a un lado, su mirada seria no mira a nadie.

— Es claro que hay un problema entre ustedes, lo hemos notado desde que llegaron.

— 10k nunca falla, — habla la chica roja, el chico no parece querer defenderse — si él quiere matarlo, lo logra... jamás asesinaría a Murphy... patearlo en los huevos tal vez, pero jamás querría matarlo — la mirada que se lanzan es significativa, a ella le gusta.

— ¿Quieres defenderte? — le pregunta Brianna.

— Murphy no es mi amigo, nunca lo fue y hay muchas razones para querer asesinarlo... al cumplir el plazo lo hare sin dudarlo, pero no es el momento.

— ¿Por qué debemos creerte? — pregunta el mismo hombre con la mordida en la frente.

— Porque él no fue — papá entra al lugar con una bolsa llena de comida — Fue uno de ustedes.