― O5. Woodbury. |parte 2|

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╾❦╼


|| Eva Ross ||

Me encuentro hincada frente al mueble de mi ropa, las celdas parecen muy pequeñas, pero la mía me parece acogedora, me alegro que cada uno tenga la suya propia, dos personas en una celda sería asfixiante para mí, guardo con cuidado la ropa que lavé, en mis viejos pantalones ya no existe ninguna mancha de mi periodo, Maggie prometió que cuando salgan a traer provisiones, me conseguiría toallas sanitarias, suspiro mientras sigo guardando.

Avery de verdad hizo un excelente trabajo en realizar nueva ropa, la tela es muy cómoda. Dejo de pensar en ropa cuando la voz de Carl fuera de la celda me llama.

Veo la puerta, lo veo pasar de largo de mi celda, me parece gracioso, él sabe dónde se encuentra mi celda.

― ¿Carl? ― lo llamo, segundos después él entra a mi celda preocupado ― ¿pasó algo? ¿los demás están bien?

― Si, si... no te preocupes, ¿tú estás bien?

― ¿Por qué no habría de estarlo?

― Verás... ― él parece nervioso, mientras cierra la reja, yo me levanto, no le digo que esa no es una puerta muy útil, pero lo dejo hablar ― quería... preguntarte si...

― Carl, ¿qué pasa?

― Agh... mira ― su nerviosismo me parece adorable, me saca una cabeza de alto, y trata de encogerse de hombros para hablar conmigo, lo veo sacar algo de su bolsillo derecho, me mira, no digo nada, él extiende su mano y lo que veo me deja más confundida.

― Un... ¿dedo de caminante?

― ¡Si! Espera... no... el anillo ― él me señala el anillo que se encuentra en el dedo putrefacto.

― No entiendo a dónde quieres llegar.

― Tu... ― me mira directo a los ojos, me lanza miradas como queriendo decir algo, pero yo sinceramente no sé a lo que se refiere ― Eva... ¿qué opinas acerca del amor?

Su pregunta me toma desprevenida, retrocedo unos pasos, lo miro con extrañeza, después dirijo mi mirada al anillo, ¿él cortó el dedo a un caminante por el anillo?

― Yo... no lo sé, no lo he pensado, ¿sabes? Creo... creo que me asusta.

― ¿Te asusta el amor?

― No sé ― me encojo de hombros, es una pregunta muy rara ― como están las cosas no creo que sea bueno encariñarse con nadie...

― No era lo que esperaba... ― él admite mira con detenimiento la litera a mi lado ― temerle al amor... es como tenerle miedo a la vida.

Lanzo una sonrisita sarcástica ― ¿acaso tu no le tienes miedo a esta nueva vida? En un momento estamos y si nos distraemos... ya... ya no volvemos a vernos... nunca.

― Eva... en esta nueva normalidad hay que vivir como si fuera el último día de nuestras vidas, aprender de todo, no temerle a lo que pueda pasar. La vida... no es para temerle, eso... eso es para los que ya están medio muertos.

― Carl, no te entiendo, no sé a dónde quieres llegar, ¿por qué me preguntas todo eso?

― Estoy, estoy muy frustrado Eva. Yo, estoy en un dilema de amor muy extraño, no sé si creerle a mi mente que me dice que no me acerque a Avery o elegir mi corazón que me obliga a lidiar con que la chica que amo mató a mi madre ― él se toma los cabellos con fuerza, mi boca está media abierta, él se recarga en la pared, no pienso nada... después de que dijo esas palabras, mi mente se detuvo.

Guerra Mortal ►Carl Grimes [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora