Guerra Mortal ►Carl Grimes [2]

― 34. Muertes.

『CAPITULO 34』

━━━━━━━━━━━━━
↻ M u e r t e s
━━━━━━━━━━━━━

|| Eva Ross ||

— ¡Esperen! — grito antes de que Glenn se suba por completo a la camioneta — aquí está el mapa que no encontraban — le menciono al asiático cuando llego a ellos — también les puse un par de botellas más de agua y otra bengala.

— Eva — me mira con una sonrisa — no es necesario, aquí podrían utilizarla. Además, Aidan, el hijo de Deanna, lleva reservas. De verdad, quédatelas.

— No, no, ustedes lo necesitarán más que nosotros — él asiente y le pasa las cosas a Carl quien está dentro de la camioneta, cuando se vuelve hacia mí, me abraza por los hombros y deposita un beso en mi coronilla — cuídense, ¿sí?

— Amm — Travis llega a nuestro lado — creo que hay un pequeño cambio de planes — le dice a Glenn, miro a mi hermano con el ceño fruncido.

Después de que llegara por sorpresa a la comunidad y matara a Pete sin pensarlo, hablamos sobre lo que pasé después de la prisión, sobre el embarazo y sobre cómo salió sano de ese lugar, Terminus.

Al calmar sus inmensas ganas de revivir el cuerpo de Dan y que prometiera volverlo a matar, apresuró a Rick para que mandara a alguien a buscar lo que necesitan para la operación.

Ahora, Glenn, Carl, 10k y Alicia acompañarán a Aidan al pueblo más cercano para buscar en alguna farmacia algo de lo que Denisse dijo que necesitaba.

— Necesito a Carl para que me ayude con el radio.

— Tranquilos, yo iré... — Duncan aparece detrás de mí, antes de que entre por completo a la camioneta, lo tomo de la mano.

— ¿Estás seguro? — pregunto con duda.

— Oye, tranquila, todo irá bien, ¿sí? Será rápido. Solo vamos y venimos — dice con una sonrisa, intento devolverla. Me da un beso en la mejilla antes de que cierre la puerta.

— Bien, nos vemos en unas horas — dice Glenn y sube, cuando se alejan para salir por completo de la comunidad, quiero seguirlos, pero, una mano en mi hombro me lo impide.

— Estarán bien, confía — me susurra Carl en el oído.

╾❦╼

— No vas a creer esto — dicen a mi lado, antes de siquiera replicar, Carl me toma del brazo y me esconde detrás de las casas.

— ¿Qué te sucede? — pregunto mientras lo veo como loco mirando a los alrededores.

— Salí...

— ¿A qué te refieres?

— A que salí — me dice en tono de obviedad — salí de Alexandria, crucé los muros.