El espadachín negro cazador de demonios

Capítulo XXV: El sueño de la mariposa

Otro día llegaba a la finca mariposa, Zenitsu se estaba recuperando de la batalla que tuvo contra uno de la familia aracnida, liderada por la luna demoníaca inferor cinco, la cual fue derrotada por Guts que por azares del destino liberó su propio aliento.
Zenitsu terminó envenenado, que por no ser de la pilar del insecto, se habría convertido en una horripilante araña. Por consciencia sus brazos se hicieron pequeños, y ahora que en la finca mariposa lo están tratando del veneno. Su tratamiento consiste en tomar un montón de medicinas y tomar mucho el sol.
Nezuko, Inosuke y Guts, que fueron a un tratamiento de recuperación por Shinobu, Sin embargo Guts no lo necesitaba perp se vio obligado hacerlo gracias a que Nezuko le rogo que lo hicera y como no tenia kada que hacer lo hizo. Eso traeria de nuevo su resistencia.
Aunque Nezuko e Inosuke llegarían como zombies, en cambio Guts llegaría como si nada y se anunciara que el no necesitaba el tratamiento y solo que se quedaría a descansar un tiempo. Al día siguiente Zenitsu se incorporaría al tratamiento, que al ver a Nezuko e Inosuke llegar tan terribles, se asustaria bastante.
Con Guts a esté le habrían dado su espada, y como siempre se habría puesto a entrenar como siempre lo habría hecho, desde cuando era un niño hasta su vida adulta, no sabia que más hacer para pasar el tiempo. Guts daría golpes sl aire con su espada, pero gracias a su estadía en Japón movería mucho mas rápido su espada, a tal punto de que parecería un maestro espadachín con una katana.

*Pilar del Berserker... no me esperaba ser un Pilar tan rapido... ¿Cómo dijo esa bestia?*
Pensaría Guts que trataria de usar el aliento del Berserker que lograría hacer a la perfección perfección.
Guts haría un ataque a gran velocidad, en la punta de la espada de Guts se formaría la cabeza de un lobo negro con ojos negros con un aura negra y roja.

-Ara ara, veo que ya lograste dominar tu aliento-.
Se escucharía una voz detras de Guts. Este al darse la vuelta se veria a Shinobu con su tipica sonrisa y mirada tranquila.

-Si... eso creo-.
Diria Guts a Shinobu.

-Veras que seras un buen Pilar. Por cierto ¿Cómo estas de tus heridas?-.
Decia Shinobu al espadachín negro.

-Ya estoy mejor... ¿Cómo estan los demás?-.
Preguntaría Guts por sus compañeros.

-Van mejorando, pero van a tardar un poco-.
Respondería Shinobu volteando a ver a los chicos por la ventana mientras Inosuke y Zenitsu peleaban y Nezuko intentaba separarlos.

-Bueno... -.
Decia Guts sin nada más que decir.

-Veo que no eres de muchas palabras ¿verdad?. Bueno me tengo que ir-.
Decia Shinobu con su tipica sonrisa y dandose la vuelta para irse.
Guts solo se quedaría callado y seguiría con lo suyo y descubriria unas pocas técnicas del aliento del berserker.
Un rato después en la noche, Guts estaría entrando a la habitación que compartía con sus compañeros y vería a una Nezuko e Inosuke muy cansados y con una cara de muertos vivientes por su tratamiento.

-¿Que tal les fue?-.
Diría Guts a sus cansados compañeros.

-Me duele todo~-.
Diria Inosuke acostado boca abajo.

-A mi también ~ Guts ¿Cómo le haces para que no te duela?-.
Diría Nezuko acostada de lado viendo a la entrada.

-Estoy acostumbrado al dolor supongo-.
Respondería Guts a la pregunta de la chica.

-No hay esperanzas-.
Diría Nezuko poniéndose boca abajo y poniendo la almohada en su cabeza.

-¡Me va a doler!-.
Decia Zenitsu asustado.
Tiempo más tarde, todos ya se habrían dormido, excepto cierto espadachín que no podia reconciliar el sueño, asi que decidió subir al techo a meditar un rato y relajarse, ya que había entrenado casi todo el día.
Guts estaba en una posición de meditación que Urokodaki le había enseñado para mejorar su respiración para tener resistencia al pelear. El espadachín en su mente volvería a aquel lugar oscuro con aquella criatura en el centro, que en anteriores veces habria sido una amenaza latente para Guts y sus compañeros.