Capítulo XLIII: Hogar...

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La lucha en la villa de los herreros había terminado, el amanecer de un nuevo día acompañaban al llanto desolador de una chica mientras que los restos de la luna superior cuatro desaparecían en el aire.

-Tanjiro.... lo siento tanto....-.
Nezuko se lamentaba de rodillas mientras que sus lágrimas no dejaban de caer hacia el pasto.

*Gané.... pero sacrifique  a Tanjiro para salvar a e estas personas. El sol seguramente lo habrá hecho cenizas*.
Pensaba Nezuko sin moverse del lugar, se le notaba devastada.

-Señorita Kamado... señorita Kamado....-.
Hablo uno de los herreros que salvo Nezuko del demonio.

-¡¡Tanjiro...!!-.
Grito una voz conocida atrás de ellos.

Nezuko se daría la vuelta...

Nezuko se daría la vuelta

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-Bu-Buenos días... -.
Hablo por primera vez Tanjiro parado como si nada en la luz del sol.

Guts que llego para proteger a Tanjiro del sol de detendría en seco al ver como el Kamado mayor dejaba de emitir humo y se levantaba como si nada.

Nezuko correría como podia y abrazaría a Tanjiro mientras lloraba aliviada de que su hermano siguera vivo. Al ver a Guts ambos hermanos abrazarían al espadachín negro, desactivando la armadura berserk y correspondiendo al abrazo de ambos. Después de un momento los tres volverían hacia donde estaban los demás.

En otro lado.

En una casa lujosa, se escucharía el estruendo por la caída de algunos libros. Un niño los abría tirado de la estantería donde estaban.

-¿Que sucede Toshikuni?-.
Dos mujeres entrarían a la habitación donde estaba el niño al escuchar el desastre que hizo.

*AL FIN APARECIO UN DEMONIO RESISTENTE AL SOL... ¡¡¡BUEN TRABAJO HANTENGU!!!PERO ESE MALDITO ESPADACHÍN NEGRO MATO 796 DEMONIOS Y DERROTO A ZOHAKUTEN SIN RECIBIR  UN DAÑO CONSIDERABLE ¡¡¡NI SIQUERA FUE UN PROBLEMA PARA EL!!!*.
Penso el niño mientras venas se marcaban en su piel y sus ojos se volvieron rojos, era Muzan usando una de sus múltiples fachadas para ocultarse.

-Parece que se divier...-.
Una de las dos mujeres no terminaría de hablar ya que de un momento a otro su cabeza explotaría de la nada.
La sirvienta a su lado quedaría aterrada por lo sucedido y su rostro demostraba un horror enorme.

-Ya no nesecito el lirio de la araña azul... He esperado cientos de años para esto...-.
Decia el niño que empezó a cambiar de forma y tomar el aspecto de un adulto com uñas parecidas a garras y unos ojos color sangre. La sirvienta no hallaba palabras para describir lo que sentía, estaba tan aterrada.

-¡¡SI devoro a esa niña podre vencer al sol!! Y seguro acabaré con ese maldito espadachín ¡¡¡YO TOMARE SU SACRIFICIO!!!-.
Decia Muzan con una determinación que daba miedo.
La mujer intento correr despavorida pero compartiría el mismo destino que la otra mujer, siendo decapitada.

El espadachín negro cazador de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora