El espadachín negro cazador de demonios

Capítulo XL: Ataque a la villa de los herreros

En la villa de los herreros habrán llegado las lunas superiores: Gyokko, la quinta luna superior y Hantengu, la cuarta luna superior. No venían solos, llegaron con un ejército de demonios dispuestos a destruir la fábrica de espadas nichirin de los cazadores de demonios, siendo un duro golpe para estos en esta guerra.

Por otra parte Nezuko se encontraba dormida junto a Tanjiro que estaba en su forma de niño pequeño, hasta que sentiría como alguien le pellizcaba la nariz despertándose. Al abrir los ojos Nezuko vio a Tokito al pilar de la niebla.

-¿Conoces al forjador de espadas Kanamori?-.
Pregunto Tokito con su tono tan despreocupado.

-¡¡Waah!! ¿Tokito que haces aquí?-.
Reacciono Nezuko al despertar del todo.

-Si que reaccionas lento-.
Dijo Tokito al ver la lenta reacción de Nezuko.

La marca del sacrificio de Guts empezaría a sangrar por la presencia del mal. El espadachín negro despertaría de su sueño al notar la pulsada en su nunca y sin dudarlo tomaría su espada, se puso su armadura lo más rápido que pudo e iría hacia la habitación de Nezuko.

-¡¡Nezuko!!-.
Grito Guts al estar frente a la puerta de la habitación de Nezuko.

Al llegar vería como Tokito decapito a un demonio parecido a un anciano con cuernos y una gran protuberancia en la cabeza pero a este le volveria a crecer la cabeza y la cabeza cortada empezaria a crecer otro cuerpo distinto, ahora ambos demonios tomarian una apariencia mas joven que del demonio anterior, teniendo una distintivo en sus ojos; uno tenia ojos de color rojos intenso junto a una expresión de sumo enojo y el otro con ojos verdes, teniendo una expresión mucho mas relajada.

El nuevo demonio sacaría una especie de abanico que era conformado de una hoja muy grande de color verde y roja conun palo pegado en la parte inferior; un tipo de abanico conocido como biwa. Al notar que Tokito iba tras su cabeza este haría un movimiento con su abanico, provocando una poderosa ráfaga de viento que mandaría a volar al pilar de la niebla muy lejos de ahí. Tanjiro en su forma adulta sujetaba a Nezuko mientras el se sujetaba de la pared ahora destruida para no compartir el destino de Tokito, Guts estaba fuera de rango por lo que no le afecto el ataque.

-¡¡Tokito!!-.
Grito Nezuko alterada por ver que de un simple movimiento mandaron a volar a Tokito.

El mismo demonio vería a Guts en la puerta y rápidamente agitaria el abanico en dirección a la de Guts pero este no contaba que la velocidad de reacción del berserker era mayor, por lo que esquivaría la ráfaga de aire y con su mata dragones trataría de dar un tajo, pero el demonio de ojos rojos daría un toque con el báculo khakkara que poseía y todo el lugar se llenaría de descargas eléctricas, electrocutado a Guts, Nezuko y a Tanjiro en el proceso. Aprovechando lo aturdido que estaba Guts el demonio de ojos verdes mandaría una ráfaga de viento, ahora si mandando a Guts lejos de ahí, dejando a Nezuko y a Tanjiro con los demonios.

-Sekido, hay que encargarnos de estos sujetos. Por muy fuerte se sea ese espadachín negro, no creo que sea capaz de matar a los más de 500 demonios que trajimos-.
Dijo el demonio con la expresión más relajada al demonio con cara de furia identificándolo como Sekido.

-¿Más de... más de 500 demonios?
Nezuko no podía creer lo que se mencionó.

La desesperanza en Nezuko era cada vez mayor, estos demonios eran poderosos y por lo visto con Daki y Gyutaro en el distrito rojo sabía que no era tan simple el matar a estos tan solo cortándoles el cuello. Pero tenía la confianza en que con Guts podían ganar de alguna manera.

Con Guts.

Este habría caído en algún casa de la aldea. Levantándose veria como demonios iban tras los habitantes del lugar, unos luchaban inútilmente contra los engendros y otros huían despavoridos. Gritos inundaban el lugar, los demonios destruían la aldea, hasta que, Guts se levantó de los escombros del lugar en el que aterrizo. Los demonios dejaron de atacar a los aldeanos y se fijaron en el espadachín negro.