Eran las 10:50 pm cuando recibiste un mensaje de Hoseok, diciéndote que iba camino a la casa que compartían, por lo que fuiste al baño de su habitación para empezar a preparar un relajante baño de burbujas, junto a otras tantas cosas para intentar que su cansancio y estrés se vayan, al menos por unas horas.
Exactamente diez minutos después, se abrió la puerta principal, dejando ver a tu novio con el cabello alborotado y algunos rastros de sudor. Se sacó los zapatos, dejándolos a un lado para luego ponerse sus pantuflas y caminar directamente al baño mientras tú lo seguías.
Usualmente salía de la empresa en cuanto anunciaban que la práctica había terminado, sin siquiera darse una ducha antes, esto para pasar las últimas horas del día a tu lado.
A penas entraron al baño, comenzaste a dejar las cosas que usarías para relajarlo a un lado de la bañera, mientras el se despojaba de cada una de sus prendas para finalmente, ser envuelto por el agua tibia junto a un poquito de espuma. Tú te acomodaste a su espalda -por fuera de la bañera- y luego de poner unas cuantas gotitas de un aceite - especial para hacer masajes- sobre sus hombros, comenzaste a ejercer un poco de presión sobre la zona antes señalada, recibiendo un suave suspiro de su parte.
-¿Cómo estuvo tu día, amor? -Hablaste mientras seguías realizando aquel suave masaje. -¿La práctica fue muy dura?
Él no respondió, por lo que miraste su rostro para ver si se había quedado dormido, pero te pareció raro ver algunas lágrimas en sus mejillas.
-Hobi, ¿Qué ocurre, cariño?
A esa altura ya estabas frente a él, mirándolo con preocupación. Hoseok, nuevamente, no dijo nada, solo se dignó en abrazarte fuertemente. Sin importarte si mojabas tu ropa, te metiste junto a él en la bañera, acomodándote a su lado.
-Lo siento tanto, Saeron -Susurró, acariciando suavemente tu espalda. -Me voy temprano a la empresa y llegó a dormir. Casi no pasamos tiempo juntos, los fines de semana nos quedamos aquí para prevenir que alguien nos vea, y cuando tengo días libres, a veces vienen los chicos, a veces vamos donde tus padres o los míos, incluso llaman de la empresa. Tú mereces algo mejor, alguien que te de todo su tiempo, que no llegue tarde del trabajo, que pueda demostrarte día y noche cuanto te ama, pero estás aquí, conmigo.
Un sollozo salió de su garganta, haciéndote entender a donde quería llegar. Al inicio de la relación te habías sentido algo descuidada y desanimada por no tener tiempo con él, pero con el pasar del tiempo, entendiste que aquellas salidas a media noche, esas tardes de películas, eran lo más valioso en tu vida, principalmente porque Hoseok tenía un trabajo complicado, que acaparaba todo su tiempo, a veces de sus vacaciones y días libres, pero aún así, se dio el tiempo de estar contigo, de demostrarte su amor cada vez que podía, de estar a tu lado incluso si se iba de gira. Él es el amor de tu vida, y aquellos pequeños, íntimos y sencillos detalles eran todo lo que necesitabas para ser feliz.
-Hoseok, no tienes porqué pedir perdón -Acunaste su rostro entre tus manos, proporcionando delicadas caricias sobre sus mejillas. -En cuanto te dije que "sí" cuando me preguntaste si quería ser tu novia, le dije que sí a todo lo que conllevaba. Salir en secreto, escondernos de vez en cuando, no poder vernos todos los días o todo el día, pasar más tiempo con el grupo que a solas, esas tardes de películas en casa, o simplemente dormir a tu lado. Me encantan esos pequeños detalles, porque a pesar de estar separados por meses cuando te vas de gira, sé que vas a volver a mí, a casa y nos podremos dar todo el amor que necesitemos, que vas a estar para mí así como yo estoy para ti. Eres el amor de mi vida, Jung Hoseok, no te dejaría por nada del mundo. Te amo demasiado, por favor, nunca lo olvides.
Una sonrisa se apoderó de sus labios, contagiandote al instante. Se quedaron mirando a los ojos durante unos largos segundos para, finalmente, juntar sus labios en un suave y tierno beso.
-Yo te amo mucho más, jagi -Susurró sobre tus labios, creando un suave roce. -Y nunca lo olvidaré, espero que tú tampoco.
Ambos sonrieron y se quedaron un tiempo más en la bañera luego de que tú te sacarás toda la ropa que llevabas puesta.
Era un momento íntimo. Sus cuerpos completamente desnudos tocandose sin segundas intenciones, sintiendo la calidez del otro, dándose amor y atención, mimos, algunos besitos juguetones. Tu espalda contra su pecho, sus brazos rodeando tu cintura y tus manos sobre las suyas.
A esto te referías con que esos pequeños e íntimos momentos eran los mejores.
Se amaban tanto, que nada los podría separar.
......
Ok, that's it.
Espero que les guste.
Les quiero muchísimo ✨💕.