Día de lluvia en Domingo y quedarse en casa era el mejor panorama para la pareja.
Hoseok buscaba alguna buena película mientras que Saeron terminaba de vestirse.
Pasaron largos minutos, donde la chica ya se había acomodado junto a su novio, apoyando su cabeza en el hombro del castaño a la vez que sus manos estaban entrelazadas.
Pronto el chico apagó la televisión al no encontrar nada bueno para ver. Sentó a la chica en su regazo, rodeando su cintura con total suavidad.
–No hay nada bueno que ver y no creo que quieras salir, hace frío –Saeron simplemente comenzó a acariciar el cabello de Hoseok, quien cerró sus ojos al sentir el cálido tacto de la mano contraria sobre su cabello.
–¿Quieres besitos? –El chico asintió con rapidez, a lo que la delgada castañita se acercó al rostro de su novio hasta el punto en el que sus labios rozaron. –¿Qué pasa si no te doy besitos?
La chica habló sobre los labios de su novio, haciendo que los suyos rozaran con los del chico.
Saeron, volvió a hablar aumentando aquellos tortuosos roces.
–¿Qué harías? –Se alejó del rostro de Hoseok con intenciones de levantarse y dejar al chico con deseos de un buen beso, pero el agarre del castaño sobre sus caderas se lo impidió.
–Atrévete a levantarte, Park Saeron –Soltó con la voz ronca y con un suave tono amenzante, haciendo que los nervios de su novia aparecieran repentinamente. –Bésame, ahora
La chica negó, sin ser vista por el chico que apenas abría los ojos, mirando con cierta molestia a la castaña que en cualquier momento comenzaría a temblar de los nervios.
–Mhm...No era una petición, era una orden –Susurró, acercando con un poco de brusquedad el cuerpo de la chica a su pecho haciendo que la castaña pusiera sus manos en la mandíbula de su novio. –¿Me vas a besar ahora?
La chica nuevamente negó con lentitud a lo que Hoseok finalmente unió ambas bocas en un beso lento que con el paso de los segundos comenzó a intensificarse.
Las gotas de lluvia tomaron más fuerza, haciendo que el sonido del agua, chocando con algún objeto también sonara con mayor fuerza.
La falta de aire hizo presencia, pero al momento en el que ambos regularizaron sus respiraciones, juntaron sus labios nuevamente, esta vez, en un beso más suave y tierno.
La segunda vez que se separaron, notaron como los labios del otro estaban algo hinchado y con un leve tono rojizo en ellos, a lo que ambos soltaron una inocente risa.
–¿Salimos a pasear en este lluvioso día Domingo? –Sugirió Saeron, acomodando su cabeza en la curvatura del cuello de su novio, quien había comenzado a acariciar la espalda de la chica con total delicadeza.
–Créeme que me encantaría, pero me encanta aún más estar así contigo –Ambos sonrieron nuevamente, quedándose así por largas horas. La posición era cómoda, tanto que la castañita se durmió siendo abrazada por los cálidos brazos de su novio. –¿Te dormiste? –Susurró, al sentir un bajito y tierno ronquido de la chica.
Hoseok se dedicó a mirar las imparables gotas de lluvia caer. Se sentía afortunado de tener a la chica con él. Ella lo hacía sentir cosas que nunca antes sintió y era ella quien hacía que su corazón se acelerara de sobremanera.
Sentía que el momento era algo romántico. Sentía su corazón latir con fuerza, su respiración iba coordinada con la de su chica, quien se encontraba totalmente tranquila. Estaba en paz y completamente feliz, con aquella chica que todos los días le sonreía en las mañanas y que besaba sus labios antes de dormir.
–Te amo –Soltó con sinceridad. Sabía que Saeron no lo escuchaba, pero aún así lo iba a repetir y en cuanto su novia despertara, se lo diría una vez más.
Todo había empezado con un panorama de día lluvioso y terminó siendo un momento que el chico nunca olvidaría.
……
Es más corto que de costumbre, pero es que no había nada más que escribir, al menos no que se me ocurra.
Y sí, he vuelto 😁
En fin, espero que les guste.
Cuídense muchísimo, especialmente aquellas personitas de Colombia que la han estado pasando mal, pero no son el único país, hay muchísimos más y quiero que todxs se cuiden.
Les quiero muchísimo 💕