Saeron había ido a visitar a los chicos, pero se llevó la sorpresa que en aquel gran departamento solo estaba Jungkook, conversaron algunos minutos y cuando el aburrimiento llegó a ellos, comenzaron a proponer ideas de juegos.
–Podríamos jugar a las luchitas. –Sugirió ella, mirando a su amigo, quien negó algo preocupado. –Mira, hacemos a un lado los muebles y listo.
–No es eso, Sae, me preocupa hacerte daño sin quererlo, Hoseok hyung me mataría. –Dijo él, mirando de vuelta a la chica.
–Ah, tranquilo por eso, es solo un juego y él tiene que saber que no fue con intención. ¿Qué dices?
–Bien, jugaremos a eso. –Respondí él, poniéndose de pie. –Que conste que tú hiciste la propuesta.
Despejaron la sala, dejaron en un lugar seguro todo lo que podía romperse y volviendo a la sala dejaron todos sus accesorios en una mesita para que nadie sufriera algún daño a causa de los aretes, collares o anillos.
–¿Lista? –Preguntó el pelinegro, subiendo sus mangas y dejando a la vista sus tatuajes.
–Sí, más que lista. ¿Tú? –La castaña sonrió un poco, inocentemente.
–También estoy listo. –Respondió, mientras hacía algunos movimientos para entrar en calor.
Algunos segundos después, comenzaron a empujarse sin mucha fuerza, reían y se preocupaban por el otro. De alguna manera terminaron en el piso, dándose suaves golpes, dejando que el otro tomara el mando para después invertir los papeles.
Saeron se quebró algunas uñas por algunos movimientos y era ahí cuando se quejaba, haciendo que Jungkook se preocupara.
–¿Estás bien? ¿Qué pasó? –El pelinegro se acercó y la chica aprovechó de atacar, lanzándose sobre él. –¡Oye!
Ella mordió el brazo izquierdo de su amigo, recibiendo un quejido como respuesta.
–Auch. –Dijo y cuando Saeron soltó su brazo, miró la zona, dándose cuenta de dos cosas. Los dientes de la chica estaban marcados en su piel y había dejado un poco de saliva. –Iugh, me dejaste lleno de tu baba, tienes que limpiarme.
–No lo haré. –Dijo ella, riendo por la reacción de su amigo. –Es solo un poco de baba, no te vas a morir.
–Siento que puedo hacerlo, estoy cansado y me estás aplastando, no respiro. –Respondió, dramatizando. Él estaba respirando a la perfección.
La posición en la que estaban no era la más adecuada para ser vistos en ese momento. Saeron estaba sentada sobre la cadera de Jungkook, teniendo sus piernas a cada lado del cuerpo del chico y apoyando sus manos sobre el pecho del menor, mientras él tenía los ojos cerrados, las manos por debajo de la cabeza como si fueran almohadas y peor aún, ambos tenían una fina capa de sudor cubriendo sus rostros. Era una escena fácil de malinterpretar.
Escucharon la puerta abrirse pero ambos estaban muy cansados como para moverse. Pronto, se escucharon varios pasos y voces, que se detuvieron al llegar a la sala.
–¿Qué mierda? –Preguntó Hoseok, algo enfadado al ver la escena. –Que asco me dan, en serio, confiaba en ustedes. –El castaño caminó directo a su habitación, sintiendo un fuerte dolor en el pecho.
–Mierda. –Saeron se levantó al instante, dispuesta a ir tras su novio para explicarle que había ocurrido.
–No, jovencita, usted se queda aquí y nos explican que es lo que estaban haciendo en esa posición tan...comprometedora. –Dijo Seokjin, interrumpiendo a la chica, quien solo se devolvió a sentarse junto a su amigo. Se miraron algo preocupados. –¿Qué esperan? Hablen.
–No hacíamos nada, Saeron llegó, quería vernos pero solo estaba yo, conversamos algunos minutos y después nos aburrimos, ella propuso jugar a las luchitas, eso estábamos haciendo. –Explicó Jungkook con seriedad.
–Eso es cierto, antes de que llegaran me quebré algunas uñas y me quejé un poco, él se preocupó y se acercó a ver que yo estuviera bien pero me lancé sobre él a morderlo y seguir jugando pero ambos estábamos bastante cansados así que nos quedamos quietos pero no nos percatamos de la posición y ustedes llegaron, no era nada más. –Dijo ahora Saeron, en un tono suave pero aún así, mostrando su seriedad. No era momento de jugar. –Es un malentendido.
–Claro, ustedes dos son bastante cercanos y tienen suficiente confianza incluso para verse desnudos. –Dijo Jimin, sabiendo que aquello era cierto.
–Iugh, no, no quiero verla desnuda y mucho menos que me vea desnudo, no, terminaría con un trauma. –Dijo Jungkook, tratando de bajar la tensión del ambiente. Recibió un golpe de parte de la chica. –Deja de golpearme, mujer, me mordiste, me golpeaste, me empujaste e incluso tengo tus uñas marcadas, eres una salvaje.
–¿Puedo ir con Hoseok para explicarle? –Preguntó Saeron, ignorando las palabras del pelinegro. Recibió el asentimiento de Namjoon y Jin.
Se levantó y caminó a las escaleras, Jungkook la seguía y Yoongi también iba detrás de ellos para cerciorarse de que todo saliera bien.
–Hoseok, cariño. –Dijo la chica, tocando la puerta con delicadeza. –Quiero hablar contigo de lo que viste.
–¿Qué tendríamos que hablar? Lo vi todo, no necesito una explicación. –Respondió el castaño, con la voz algo quebrada. El corazón de Saeron se encogió al escucharlo así e intentó nuevamente.
–Por favor, Hobi, te juro por Dios que lo que viste no es lo que parece y que tiene una explicación. –Dijo ella, tratando de tragar aquel nudo en su garganta. –Y sé que todos dicen eso, pero te prometo que te lo digo de verdad.
La puerta se abrió y el chico que estaba adentro dejó pasar a su novia. Hoseok se percató que Jungkook también iba a entrar, pero lo detuvo antes de que lo hiciera.
–¿Y tú qué? ¿Qué quieres?
–Vengo con ella para explicar lo que ocurrió.
–Bien, entra. –Jungkook entró, sentándose en la cama de Jimin, algo alejado de Saeron para que su mayor no siguiera malinterpretando las cosas.
–Los escucho.
Ambos menores comenzaron a explicar la situación sin saltarse algún detalle, trataban de ser convincentes y serios para aquel castaño les creyera.
–Ni siquiera pensaría en ponerle una mano encima, es mi amiga y es tu novia, no podría. –Dijo Jungkook, mirando a Hoseok. –Saeron es como mi hermana mayor y hacer algo así...no, iugh.
–Entonces, ¿no pasó absolutamente nada? –Preguntó Hoseok, mirando a ambos.
–Nada de nada. –Respondió Saeron quien se levantó, rodeando el cuerpo de su novio y dejando un pequeño e inocente besito en el cuello del mismo.
Jungkook seguía ahí, pero no le prestaba atención a la pareja. Estaba revisando sus brazos para ver si había algún moretón.
–Oye, me dejaste morado el brazo. –Dijo de repente, sobresaltando a la parejita. –Eres una salvaje, te voy a acusar con Seokjin hyung.
El pelinegro le sacó la lengua a Saeron, tal como lo haría un niño pequeño.
–¿Qué te hizo? –Preguntó Hoseok, bastante entretenido al ver la pequeña discusión de ambos menores. Parecían dos niños pequeños discutiendo por un juguete.
–¡Me mordió! Mira, sus dientes siguen marcados. –Se quejó Jungkook, subiendo la manga de su polera para que el castaño viera aquella marca.
–No es para tanto, Hobi. –Susurró Saeron al ver la mirada de su novio, quien al escucharla, alzó una ceja. –Bueno, quizás me pasé un poquito.
……
He vuelto y tengo varias ideas, espero que salgan como quiero.
Y sí, cambié el nombre de la historia.
Espero que les guste.
Los quiero muchísimo y cuídense. 💜Tengo apuntes de una clase en una de las partes LJDAKFBAID no alcancé a sacar el cuaderno.