Hoseok había estado todo el día en la empresa, revisando algunas cosas para el próximo comeback, también se había teñido el cabello de color rojo.
Durante todo el día lo elogiaron por lo bien que se le veía ese nuevo color. Se sentía feliz de recibir aquellas lindas palabras, pero lo que más ansiaba era llegar a casa para mostrarle a su novia.
Por parte de Saeron, pasó largos minutos mirándose en el espejo del baño que se encontraba en su oficina en la empresa que trabaja. Su cabello era natural y algo aburrido, siempre era lo mismo. Había estado pensando en teñirlo durante largos meses.
–Lo voy a teñir –Soltó en dirección a su amiga que la miraba con confusión. –Creo que es tiempo de darle un pequeño cambio
–Te verías bien con el cabello negro y con algunos mechones de otro color más claro o con el cabello gris –Dijo Wonyoung, mirando a su amiga.
Ambas asintieron convencidas de lo que la menor había dicho.
–Me vas a acompañar, ¿verdad? –Preguntó Saeron, mirando a la chica a su lado.
–Claro que sí, también me quiero hacer un cambio de look
El día pasó rápido y a la hora de salida de Saeron, ambas chicas fueron directamente a una de los mejores salones de belleza que conocían.
Estuvieron en aquel lugar al rededor de dos horas, y al momento de pagar, ambas estaban fascinadas con el resultado.
–A tu novio le va a encantar. Te ves fenomenal –Dijo la chica, ahora, peliazul.
Cada una pagó lo que se hizo y luego fueron a casa, prometiendo avisar a la otra cuando llegaran.
Una vez Saeron llegó al departamento fue directamente a la habitación para cambiarse de ropa a algo mucho más cómodo. Optó por una polera negra de tirantes junto a un pantalón de buzo gris, una vez lista, caminó al baño para mirarse en el espejo, sintiéndose satisfecha con el resultado. El color gris se le veía muy bien, más aún con aquel pequeño flequillo.
Se sentó en el sillón de la sala y prendió la televisión, yendo directamente a Netflix. Buscó durante largos segundos alguna película o serie para ver durante la espera de la llegada de su novio.
No encontró nada, por lo que cambió a YouTube y puso algunas canciones de variados grupos de Kpop, cantando o bailando las partes que se sabía.
Horas después, Hoseok insertó la contraseña para poder entrar al departamento. En cuanto entró, se sacó los zapatos dejándolos en un pequeño estante al lado de la puerta.
Escuchó música y supo que su novia había llegado hace un tiempo, así que caminó silenciosamente hacia la sala, encontrando el televisor encendido con un video musical antiguo de su grupo, por lo que una pequeña sonrisa se posó en sus labios, sin embargo, no había rastros de la chica.
Caminó hacia la habitación, esperanzado de verla allí, pero tampoco había alguna señal de que estuviera ahí.
–Saeron-ssi, ya llegué, cariño –Alzó la voz para avisarle a la chica que estaba en casa.
La chica se encontraba en una habitación que usaban como sala de prácticas, por lo que le habían puesto un espejo en una de las paredes. Si bien la chica era empresaria, le apasionaba de sobremanera el baile por lo que solía aprenderse coreografías y luego grabarlas para ver que saliera perfecto.
Hoseok recordó aquella habitación y caminó silenciosamente hasta allí, abrió la puerta para mirar por el espejo, encontrando finalmente a la chica. Al principio se sorprendió al ver su cabellera de color gris, pero le encantó como se veía, por lo que una tenue sonrisa salió de sus labios.
La chica había terminado de practicar, por lo que se sentó en el suelo mientras tomaba una botella de agua, aquello mientras el pelirrojo entraba.
–Cada día me sorprendes más. Tu cabello se ve magnífico y ya sé que bailas de maravilla, pero pareciera que cada día lo haces mejor aún
–Hobi, tu cabello también se ve magnífico. El rojo es tu color
–¿Tú crees, bonita?
–Claro que sí –La chica se levantó y caminó hasta su contrario para poder abrazarlo con fuerza. –Y respecto a mi baile, aprendo del mejor bailarín
Luego de algunos minutos, se sentaron en el piso. Hoseok tenía su espalda apoyada en la pared y Saeron, quien estaba entre las piernas del chico, apoyaba su espalda en el pecho del chico.
Se quedaron así por largos minutos, dándose algunos cariños mientras le contaban al otro como había sido su día.
La chica pronto sintió hambre y sabiendo que ambos no tenían ganas de cocinar, se levantó para buscar su teléfono y pedir algo para comer. Hoseok también se había levantado, comenzó a mirarse en el espejo y de un momento a otro, levantó un poco su camiseta, lo hacía bastante seguido, al punto que se volvió un hábito.
Saeron volvió a la habitación con la mirada fija en su celular, estaba indecisa por lo que le preguntaría al chico que le gustaría comer. Iba a levantar la cabeza, pero sintió la puerta cerrarse y un débil empujón, haciendo que su espalda chocará con la puerta.
Hoseok tenía sus brazos a los costados de la cabeza de la femenina, quien levantó la mirada con nervios.
–Sé que te lo he dicho millones de veces, y lo seguiré haciendo, pero no tienes idea de como amo cada pequeño milímetro de ti. –Susurró, bajando lentamente la mirada hacia los labios de la peligris. –Tus ojitos brillantes, tu linda nariz redondita, tus deliciosos labios, tus hombros, tu cintura, tus caderas que, Dios, me vuelven loco, tus pequeñas manitos y por sobre todo, tu forma tan única de ser. Te amo más de lo que acciones y palabras podrían expresar –La mirada del chico no se había despegado un solo segundo de los labios de la chica, quien sonreía tenuemente. Las manos de Hoseok se posicionaron en la espalda baja de la femenina, acercándola a él.
Incluso si la fémina estaba acostumbrada a ese tipo de declaraciones y actos, aún se ponía nerviosa en demasía. Le costaba asimilar que aquel guapo chico fuera su novio.
–¿Puedo besarte? –La voz ronca del chico sorprendió a Saeron, quien asintió con lentitud. Los nervios la carcomían y eso se reflejaba en el suave temblor de sus manos.
Pronto, la peligris sintió los labios de Hoseok sobre los suyos e instantáneamente, correspondió el beso. Era un beso lento pero de alguna manera, intenso. Para ambos, la mezcla perfecta.
En cuanto se separaron, una sonrisa se posó en los rostros de la pareja.
El pelirrojo se separó del cuerpo de la chica y con su mano derecha, despeinó el lacio cabello gris de su novia.
……
Finalmente, un capítulo después de como un mes y algo, o perfectamente dos meses.
Espero que les guste y por cierto, gracias por las 1.34K de leídas 😭💜
Son lo mejor.
Lxs amo muchísimo 💕
Cuídense.
