Tocaste la puerta de aquel pequeño estudio que había en casa. Le llevabas comida a Hoseok.
–¿Qué quieres, Saeron? –Habló con seriedad.
–Te traigo comida, Hoseok –Dijiste con un tono dulce y suave.
–No tengo hambre, después como algo
No ibas a insistir y llevaste la bandeja a la cocina para después dirigirte a la sala.
Era época de comeback para los chicos y tu novio estaba componiendo, produciendo y mostrando canciones para el nuevo álbum. Eso lo tenía más que estresado, incluyendo el hecho de que rechazaban la mayoría por no ser del estilo que la empresa quería.
Horas más tarde, volviste a tocar la puerta, esta vez fue abierta por Hoseok.
–¿Qué mierda quieres? ¿Que no ves que estoy ocupado? –La molestia se notaba tanto en tu voz como en sus ojos. –Lo único que sabes hacer es fastidiar, no te soporto. ¿Y si mejor te vas con alguien que si soporte todas tus estupideces?
Estabas sorprendida, dolida. Nunca te había hablado así, ni siquiera cuando estaba enojado.
–¿Sabes que más, Hoseok? Estoy cansada, cansada de ser yo quien tenga que intentar que la relación salga adelante. Nunca haces algo por nosotros, todo es por ti. Cuando discutimos, soy yo la que te busca y pide perdón cuando ni siquiera soy yo quien inicia las discusiones. Cuando estás estresado hago todo lo posible para hacer que olvides el trabajo y que te relajes, pero cuando yo estoy estresada por mis estudios y mi trabajo, lo único que haces es querer hacer cosas, también necesito descansar, ¿Puedas dejar de pensar solo en ti? Se supone que somos pareja, las cosas se hacen de a dos
Ibas a seguir hablando pero sentiste un fuerte golpe en tu mejilla, sintiendo como comenzaba a arder al instante. Hoseok te había golpeado, dejando su delgada y gran mano marcada en tu mejilla izquierda.
Claro está que se dio cuenta de su error en dos segundos y el estrés de dos semanas desapareció en menos de un milisegundo.
–Saeron...–Intentó acercarse, pero tú, con miedo, retrocediste.
Él sabía cuanto habías sufrido por tu relación anterior, donde aquel chico que decía amarte te golpeaba. La última vez llegaste al hospital.
Hoseok había curado aquellas heridas del pasado, pero en menos de un minuto las había vuelto a abrir.
–Saeron, cariño, perdóname –Acercó su mano a ti, haciéndote gritar y cerrar los ojos mientras te apegabas a la pared, intentando cubrir tu cuerpo. –No, no te voy a hacer daño. Lo siento tanto, amor, no quise hacerlo
Algunos segundos después, te diste cuenta que no recibiste ningún otro golpe.
–Pero lo hiciste..–Un susurro fue lo único que pudiste soltar.
No reconocías al chico frente a ti. Lo conociste siendo alegre, risueño, carismático, ni siquiera podía matar un pequeño insecto. Ese hombre que tenías al frente era otro, se había dejado llevar por la molestia y estrés, pero aquello no era justificación.
El chico tenía más que claro que la había cagado, y en grande.
–Sae...amor –Nuevamente intentó acercarse, siendo detenido por tu mano.
–No te acerques, Jung –Tomaste todas tus cosas, siendo perseguida por la mirada de tu ahora ex-novio. –Esto se terminó y no te atrevas a buscarme. Tú hiciste mierda lo que quedaba de relación, si es que alguna vez hubo alguna. ¿No me soportas? Bien, ahora vas a ser feliz, no vas a tenerme haciendo "estupideces". Solo quería ser una buena novia, pero parece que no es lo que te gusta
–Saeron...yo estaba molesto, estresado y sé que no es una excusa por lo que hice, pero por favor no me dejes, no lo volveré a hacer, te lo juro. Perdóname –Se arrodilló, mirándote a los ojos.
–Te perdono, pero eso no quita que esto terminó. Una vez me quedé donde me hicieron daño físico y todo terminó peor, lo sabes muy bien. No puedo ni quiero arriegarme a que ocurra otra vez. Sé que no lo harás de nuevo, pero lo hiciste una vez y eso es más que suficiente para alejarme –Sollozaste una última vez, y caminaste a la salida de la casa con Hoseok detrás tuyo. –Adiós, Hobi
Era difícil dejar a quien tanto amas, pero no ibas a dejar que volviera a pasar, incluso si sabías que no lo haría nuevamente. Las experiencias te hacen aprender y no volver a cometer el error.
En cuanto saliste de aquella gran casa, Hoseok supo que te había perdido para siempre. Quería ir detrás de ti, demostrarte que no lo haría de nuevo ni aunque no estuviera en todos sus sentidos, que podías volver a confiar en él, pero sabía que había cometido un grave error, que abrió todas tus heridas del pasado y que no cambiarías de opinión, por eso se quedó en la sala de la casa que antes compartía contigo, derramando gruesas lágrimas.
Estaba arrepentido, la culpa lo seguiría por toda su vida, pero lo hecho, hecho está y nada podía cambiarlo.
……
Nuevamente, es difícil hacer esto, no puedo imaginarme a Hobito pegándole a alguien, él es como tan chiquito, le dan miedo los insectos yyy 🥺
En fin, fue muy difícil.
Espero que les guste
Les quiero muchísimo 💕
Cuídense