Estaba demasiado débil. Las chicas habían venido a curarme y en todo el día no supe de ellos, ni de Rubén. Estaba demasiado cansada. Y mi muslo contenia una gasa, que detenía la hemorragia.
Ya era de noche y no podía dormir. Debido a que había dormido todo el día. Aún me daban punzadas en el corte. Siempre me lo prometí por mi trabajo, que iba a ser fuerte. Enfrentar a las personas. Pero Rubén me daba demasiado miedo ahora, por más que lo encare y le conteste. Eso empezaba a odiar de mí.
Cómo era de esperarse se escuchó las llaves para entrar a la habitación. Me volví a hacer la dormida.
-Oye Rubén- Luzu. Se sentó al borde de la cama junto con él.
-Dime- Me sentía observada.
-Tu sabes que esa mujer se dedica a llevarnos a la cárcel, verdad?-
-Si, lo sé- Habló sin escrúpulos.
-Entonces, cuando vamos a matarla?- Al escuchar eso mis nervios aumentaron y las ganas de llorar se hacían presentes.
-No haremos eso- Pude sentir que estaba sonriendo. -A ello no. Por eso nunca va a salir de aquí. Es seguro y no hay muchas posibilidades de que la encuentren-
-Y por qué ella es una excepción?- Preguntó confundido.
-Porque la quiero para mí. Así que al primero que le toque un pelo, lo mataré- Amenazó.
-Vale, solo...- Soltó un suspiro. -No te enamores Rubén. Es peligroso, estaría todo en juego.- Se escuchó pasos
-Pff- Sopló. -Jamás he tenido amor, Luzu. Igual que todos ustedes-
Salió de la puerta. Sentía la mirada de Rubén nuevamente.
Su mano estaba en mi herida. Tuve que aguantar el tacto de dolor. Esta última comenzó a subir hacia mi cintura, la cuál tocaba con movimientos lentos. Y luego comenzó a subir a mis pechos otra vez. Volví a levantarme.-Basta!- Ordené enojada.
-Y si no quiero, que?- Me copió. Y sinceramente tenía ganas de escupirle en la cara, pero al mismo tiempo no ya que tenía miedo. -Escuchaste toda la conversión, verdad?- Preguntó serio. Agaché la mirada. Soltó un suspiro. -No voy matarte, porque no quiero- Lo observé. -Pero ya que eres virgen, seguramente nos des mucho dinero- Sonrió. Lágrimas se volvieron a ser presentes. Genial, ahora iba a terminar en la prostitución. -Hey...- Con su mano me limpiaba. -Pero tampoco haré eso- Lo miré a los ojos. -Sabes por qué?- Preguntó. Negué. -Porque eres mía- Se subió a la cama y caminó hacia mí. Retrocedí, para volver a chocar.
-No soy un objeto- Dije con firmeza y miedo. Él ya se encontraba a centímetros de mí. Me tomó de las muñecas y me acostó quedando abajo.
Se acercó la suficiente distancia para escuchar nuestras respiraciones.-Escuchame, Alison- Al escuchar mi nombre me invadieron los nervios. -Mientras estés aquí, me pertenecerás. No soy un violador, pero se que caerás a mis pies. Y me pedirás que te haga mía. Y prometo que te follaré tan duro que toda Noruega te escuchará gritar- Seguramente estaba roja en ese momento.
-Ni.lo.sueñes- Hablé firme esta vez. Y dirigí mis vista hacia una de las mesitas de la habitación. Él soltó un suspiro de enojo y se fue cerrando la puerta de portazo.
Me senté en la cama y me dí cuenta que la puerta estaba sin llave. Tenía que buscar un teléfono y llamar a la policía. Era mi oportunidad.
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Síndrome de Estocolmo. RDG
FanfictionAlison Parker una de la inspectoras más famosas de España, la convocan para la investigación de un multimillonario desaparecido. Ella al aceptar el caso le lleva al peor momento de su vida, recibiendo llamadas con amenazas de muerte y de violación...