Aparté la vista hacia un costado de la habitación. Visualizando una biblioteca. Quería besarme pero yo no a él, ni en un millón de años. Por más que intente conseguir lo que quiera, por mi parte no lo obtendrá.
Rubén se alejó un poco. Notando mi intención, pues colocó otro brazo bruscamente hacia el lado donde anteriormente miraba. Sus fríos ojos transmitían enojo y a la vez, lujuria.-Cuando podré tener esos labios sobre los míos?- Preguntó. Visualizando mi boca. A escasos centímetros de esta.
-Nunca. -Respondí firme. -No soy tu novia, no me apetece hacerlo y no soy tuya Rubén- Sin saber dónde había sacado la firmeza para hablarle. Él sonrió.
-Una mujer como tú es imposible, de verdad eres diferente. Eso llama aún más la atención de un hombre- Se acercó mucho más de lo debido, me estudió el rostro con aquellos ojos. Que ahora mismo transmitían un color negro intenso. -Alison, tu eres la mujer que yo deseo- Mis nervios habían subido en dos por tres, que sinceramente no sabía que hacer.
Se acercó a mi cabello oliendo de forma delicada, transmitiendose paz. O eso aparentaba. Bajó su nariz hacia mi cuello el cuál depósito un pequeño beso en este.
-R... Rubén... No...- Por un momento no obtenía palabras para decirle que se detuviera, simplemente no podía. Mis nervios lo impedían.
Volvió a depositar otro y así varios. Con una mano acariciaba suavemente mi brazo. Ocasionando que me erizara. Estaba perdiendo el control de mi misma y no sabía el por qué.
Comenzaba a dar chupones, devorar aquel lugar. Provocándome jadeos. Sentí que él había sonreído, al yo haber soltado aquello. Y continúo. Su mano lentamente fue hacia uno de mis pechos, dándome suaves caricias en este. Se alejó de mi cuello y me observó.
-Dime- Habló algo excitado. -Quieres que me detenga?- Se acercó a mis labios. Solo lo observaba jadeando. Tomó mi labio inferior y lo mordió, ocasionando que mi cuerpo no correspondiera a nada para evitarlo. Pero logré responder a penas susurrando.
-Si...- Aún con la respiración agitada.
-Estás segura?- Su mano comenzó a bajar hacia mi cintura hasta llegar hacia mi pantalón. -Contesta- Ordenó. Estaba comenzando a bajar el cierra de este, y deshaciéndose de el botón. Volví a reiterar.
-Si...- A base de aquello, aún con un brazo acorralándome, tomó la llave de su bolsillo trasero y abrió la puerta. Finalmente se alejó de mí y se retiró del cuarto. Dejándome allí totalmente indefensa, enojada conmigo misma por caer en su embrujo macabro y lujurioso. Por qué? Por qué me dejé tocar de aquella forma?
Luego de haber comido, me introducí en mi cama tratando de pensar el porque de lo ocurrido hace unas horas atrás. Realmente no sabía por qué hice lo que hice. Por qué él me provocaba. De verdad tenía dudas. Y a la vez pensar en lo que había dicho Alex. Los millonarios eran los malos realmente? Tal vez era una mentira para hacerse quedar como los buenos, ellos. Pero por qué Guillermo lo detuvo?
Mil preguntas en mi cabeza sin respuesta, tenía que conseguir de alguna forma que alguien me dijera algo. Pero como? Nadie iba a hablar.Me había quedado dormida de tantos pensamientos, me levanté por un fuerte sonido de afuera. Había una tormenta. Las noches así me encantaban. Siempre me había gustado dormir con lluvia, truenos. Observé la hora en el pequeño reloj de la mesita, las tres de la mañana. Volví a posicionarme para dormir.
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Síndrome de Estocolmo. RDG
FanfictionAlison Parker una de la inspectoras más famosas de España, la convocan para la investigación de un multimillonario desaparecido. Ella al aceptar el caso le lleva al peor momento de su vida, recibiendo llamadas con amenazas de muerte y de violación...