No podía ver absolutamente nada. Mis ojos se hallaban tapados por esa tela de color azul. Poco más iba a temblar. Sabía que las intenciones de Rubén no eran buenas. Acaso va a tomar el cuchillo y matarme? Sinceramente prefería eso la verdad.
-Rubén por favor, no...- Tenía miedo. -Qué vas a hacerme?!- Pregunté exaltada. -Puedo mandarte a la cárcel por violación!- Me movía, pero no había forma de escapar.
De un momento a otro siento que comienza a besar mi cuello, me moví rápidamente al reaccionar.
-Ni se te ocurra!!- Grité. Sentí el sonido de un arma recargándose. Al oír eso me callé asustada. Era mi muerte.
-Si vuelves a gritar, considerate muerta- Sentí que apoyó el arma en mi cabeza. Comencé a sollozar. -No llore inspectora, esto lo pidió usted por desobedecerme- Alejó el arma. No sabía que hacer, me tenía amenazada. Volví a sentir besos en mi cuello. Estaba atrapada, me iba a hacer lo que se le plazca. Se supone que la primera vez quería que sea con una persona que ame y no con este imbécil.
Sus besos fueron bajando hacia mis pechos. Los cuáles besaba sobre la tela de mi sujetador. Estaba aguantando las ganas de soltar un jadeo. Quería matarlo, pero lo único que podía hacer era llorar. Volvió a bajar hacia mi estómago, tomó con sus manos mi cintura mientras bajaba. Iba hacia mi parte más íntima.-Por favor... No lo hagas...- Lloré. Estaba apunto de tomar las tiras de las bragas, hasta que tocaron la puerta.
-Rubén estás aquí?- Preguntó Alex del otro lado de la puerta. El primero dió un suspiro de enojo.
-Qué quieres?- Habló molesto.
-Recuerdas que hay un contrato que hay que firmar?- Dijo con sarcasmo. -Te espero abajo!- Rubén soltó un suspiro, escuché como se levantaba de la cama. Podía oír que se estaba vistiendo. Y una vez que supongo que terminó, comenzó a desatarme.
Tan rápido como pude me saqué el pañuelo de los ojos y tapé mi cuerpo con las sábanas. Él me observó al igual que yo.
-Si vuelves a tocarme date por seguro tu lecho de muerte- Dije borde. Él rió.
-Apuesto que ya querías que estuviera dentro ti- Me sorprendí antes sus palabras. Caminos hacia mí y se acercó a mis labios. -Y tampoco dudaría en pensar que estás mojada- No iba a negar que estaba roja en ese momento, pero tampoco iba a dejarlo salirse con la suya.
-Qué te den- Dije molesta. El sonrió y caminó hacia la puerta.
-Una cosa, puedes andar libremente por la casa- Me miró. -Pero no hagas nada estúpido. Esta vez te salvó Alex, pero la próxima no te salvará nadie- Habló serio y se fue.
Dios quería matarlo. Estaba apunto de tocarme. De violarme. Quería desaparecer en ese momento. Llorar todo el día y no verlo. Quería que me encontrarán de una vez, nose por cuanto tiempo podré seguir aguantando con todo esto.
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Síndrome de Estocolmo. RDG
FanfictionAlison Parker una de la inspectoras más famosas de España, la convocan para la investigación de un multimillonario desaparecido. Ella al aceptar el caso le lleva al peor momento de su vida, recibiendo llamadas con amenazas de muerte y de violación...