Capitulo 4

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Rivera debía dinero, a una o un grupo de personas pero el motivo no sabía. Será que se había puesto en contacto con narcotraficantes? No lo sé, estudié esa firma y jamás la había visto en ningún lugar.

Creo que no tomé noción del tiempo, ya eran más de las doce. Pero no estaba cansada, era sábado. Me había levantado un poco más tarde de lo usual. Pero lo que sí moría de hambre.

Me levanté de el escritorio y caminé hacia la cocina para prepararme un sándwich. Me tiré en el sofá y prendí la televisión. Sherlock Holmes se podía apreciar en la pantalla. Sin duda una de mis series favoritas. De pequeña amaba aquel programa, será por eso que me gustaba tanto la investigación y los casos.

Apunto de quedarme dormida, comienza a sonar el teléfono. Quien llama a la una de la mañana? Me levanté con pereza y apagué la televisión.

-Hola?- Atiendo.

-Debo admitir inspectora que está buenísima- Una voz robótica se apoderó de mis oídos y ante su comentario me quedé helada sin poder reaccionar.

-Q... Quien es?-

-Escucha nena, anula la investigación de José Rivera- Ya comencé a volver a la realidad.

-Usted conoce al señor Rivera?- Creo que esta llamada era la mejor pista que pude tener.

-Así es, pero no se pase de lista inspectora. No sabe quiénes somos y lo que somos capaces de hacer. Si usted dice algo de esta llamada, me preocuparía la verdad-

-Entonces son los culpables de la desaparición de Rivera verdad?- Tenía que rastrear esa llamada cuanto antes.

-Escucha Alison- Al escuchar mi nombre me invadieron los nervios. -Si dices algo de esta llamada considerate muerta, te estoy observando en este momento y déjame decirle que tiene un hermoso cuerpo para hacerle gritar de deseo. Ese camisón negro que tiene puesto es jodidamente excitante...- Ya no podía reaccionar, estaba asustada, demasiado. No me salían las palabras.
-La conocemos inspectora Parker, anule la búsqueda de José Rivera o si no asumirá las consecuencias...- Colgó. Lo único que me limité hacer fue, caer al suelo y llorar. Jamás había tenido este tipo de llamadas con amenaza de muerte por un caso. No sabía que hacer estaba atrapada con un montón de pensamientos en su cabeza.

Pero no me iba a dar por vencida rastraré esa llamada y esos hijos de puta irán a la cárcel dónde de merecen estar.

Síndrome de Estocolmo. RDGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora