Capitulo 20

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Luego de comer, me dispuse a leer un libro que se encontraba en la habitación. Era Romeo y Julieta.
Se podría decir que los únicos dos novios que tuve nunca me hicieron conocer eso del amor. Ya al sentirlo, me rompieron el corazón.

Desde entonces siempre quise mantener una imagen fría de mí. Ayudar a las personas y hacer un bien. Y ahora sufro las consecuencias por aquello. Un grupo de criminales me secuestraron y el líder es el hombre más fastidioso del mundo.
Sin exagerar.

Y ahora ya que puede pensar con más tranquilidad e idear un plan para irme de aquí lo más rápido posible. No podía esperar a que me rescaten, no soy típica princesa en apuros. Me levanté de la cama y caminé hacia la puerta. Una vez haber tomado la manija para abrirla, él aguardaba en el marco de la puerta.

-Alison- Habló serio.

-Hola, Rubén es un placer volver a verte- Sarcástica.

-Cállate y sígueme- Dió media vuelta para caminar.

-Para que?- Crucé de brazos.

-No hables- Rodeé los ojos y lo seguí. -Agradece que no te estoy llevando a la fuerza.

-Vaya, gracias- Dió una mirada rápida y volvió su vista al frente. No sé escuchaba ningún ruido en la casa y no se veía andando. -Dónde están los demás?- Lo observé.

-Salieron- Espera eso quiere decir que estamos solos...

-Osea que...-Nerviosa- Estamos solos?- Me observó nuevamente.

-Entra- Me señaló la puerta de su despacho.

-Para qué?- Volví a preguntar. El soltó un suspiro y me empujó adentro. Casi me resbalo. Pero me sostuve con la mesa de su escritorio. Cerró la puerta con fuerza y con llave. -Qué estás haciendo?- Pregunté borde.



Síndrome de Estocolmo. RDGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora