Estaba muda, sin palabras. Era la primera vez que veía en persona a el grupo de criminales más buscados de España. Jamás se pudo observar sus caras, nunca. Siempre contenían una máscara. Pero por qué se mostraron ante mí?
-Qué es lo que quieren de mí?-
-Pues como ve inspectora, usted es la primera y única persona que nos ha visto. Por lo tanto tenga en cuenta, que nunca saldrá de aquí. A partir de ahora estás bajo nuestra responsabilidad- Tenía una mirada intimidante, y a pesar de la claridad de sus ojos, lo estaba odiando más en este momento.
-Qué es lo quieres?- Lo observé amenazante. Me tenía que mantener firme. No quiero que me vuelvan a pasar por encima.
-Nos servirás, te convertirás en nuestra sirvienta-
-Ni muerta- Exclamé borde. Observé a los demás. -NI CREAN QUE ESTARÉ LIMPIANDO SUS PIES O COCINARLES. ESTÁN MUY EQUIVOCADOS! LA POLICÍA ME ENCONTRARÁ Y USTEDES CAERÁN, HIJOS D- Sentí un pinchazo en mi brazo derecho. Tenía náuseas otra vez y mi vista volvía a fallar. -Qu... e me pu...sieron?-
-Una droga. Con ella te calmarás de una puta vez- Ya mi vista estaba nublada completamente. Él y los demás se levantaron de sus sillas. -Tendrás que obedecernos en todo, cualquier cosa que se te diga lo harás. No queremos lastimarte, así que obedece sin discutir- Comenzó a caminar alrededor de mí, a pasos cortos y lentos.
-Me violarán?- Pregunté con pocas fuerzas.
-No. Nosotros no violamos Alison. Podemos ser muchas cosas pero no violadores.- Se detuvo enfrente de mí y levantó mi mentón. -Al menos que tú quieras-
-Jamás tendré relaciones ni contigo, ni con ustedes- Él sonrió, al igual que los demás.
-Desatenla- Me soltó. Dos se me acercaron y comenzaron a desatarme. Me ayudaron a parar, y con movimiento brusco hice que me soltaran. Acto seguido, estaba a punto de caerme hasta que alguien me tomó.
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Parpadié varias veces para acostumbrarme a la luz entrando desde la ventana. Me siento en la cama y froto mis ojos confundida. Mi cabeza me mataba.
Mi vista se enfocó en toda la habitación, muy bien cuidada.Observé mi vestimenta, traía puesto un pijama, camisón color negro de encaje. Yo no estaba vestida así, quién me cambió?
-Al fin despiertas- Caminó hacia mí, traía junto con él una copa de vino. Me tapé rápidamente con las sábanas. Se sentó al borde de la cama y río por mi acto. -Tranquila yo no te cambié, te cambiaron una de las sirvientas- Volvió a tomar un sorbo.
-Qué hago aquí? Dónde estamos?-
-Estás en nuestra casa, en Noruega-
-Cómo que Noruega?!- Pregunté sorprendida.
-Llevas dormida cuarenta y tres horas. Mientras dormías te trajimos aquí.- Habló sin importancia.
-Llevame a España, ahora- Hablé furiosa, me encontraba a nada de soltarle una buena hostia.
-Por qué debería?- Me observó. -No recibo órdenes de usted inspectora-
Me quedé observándolo. No podía creer que me encontraba en Noruega, en su casa, supuestamente. Encima tenía que servirles a él y los otros imbéciles. -Escucha, a partir de ahora esta será tu habitación. Las sirvientas vendrán y te darán tu uniforme. Te levantarás todos los días a las nueve en punto y cumplirás con tu rol. No puedes escapar, hay cámaras en todas partes de la casa. Las sirvientas solo trabajan, no son tus amigas, solo tus compañeras. Y no, ellas no están secuestradas como tú, ellas solo limpian y se van a sus casas.
Cualquier cosa que nosotros te pidamos tendrás que hacer. Sino ya sabes lo que pasa- Se levantó y estaba a punto de caminar hacia la puerta.-Y si no quiero? Qué?- Pregunté desafiante. Él paró su paso y dió media vuelta para observarme. Volvió a acercarse. Dejó la copa vacía aún lado de la mesita y se subió a la cama. Gateó hacia mí. Yo solo me hice para atrás chocando con el respaldo de la cama. Quedamos solo a centímetros, mi respiración era muy acelerada.
-No querrás desafiarme nena. Creo que sabes perfectamente lo que pasó con Rivera. No querrás saber lo que puede pasarte a tí, verdad?- Tocó mi mejilla, y comenzó a bajar hacia mi cuello. Me tomó con fuerza, no lo suficiente para ahorcarme. -No me desafíes Alison- Dicho esto me soltó, mi respiración volvió a la normalidad. Se levantó y caminó a la puerta. Antes de irse, exclamó: -Por cierto, me llamo Rubén- Se fué, cerrando la puerta con llave.
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Síndrome de Estocolmo. RDG
FanfictionAlison Parker una de la inspectoras más famosas de España, la convocan para la investigación de un multimillonario desaparecido. Ella al aceptar el caso le lleva al peor momento de su vida, recibiendo llamadas con amenazas de muerte y de violación...