The Lovesick Girl (Jennie y tú)

cap 11 ~heridas~

Pov. ______

Desperté por los rayos solares provenientes del cristal de la ventana, a pesar de tener la cortina en el medio aún así había algunas partes sin tapar.

Saqué mis brazos al exterior y separé mis piernas hacia cada uno de los extremos de la cama estirándome.

Levanté mis párpados pesados dejando que la luz penetrara en mis ojos, los cuales estaba desenfocados a lo que dirigí mis nudillos para frotarlos levemente, miré la hora y cerré los ojos de nuevo, para después suspirar pesado y sacar el edredón de encima, me quedé unos segundos sentada en la orilla de la cama, recordé lo que ocurrió anoche y rápidamente volteé el cuerpo a la cama, donde se veía claramente un bulto que se sobresalía en el edredón, me asomé pudiendo ver una cabeza castaña, profundicé más mi inclinación encontrándome con el rostro de Jennie, quien dormía con respiración tranquila, estaba con unos ojos cerrados de forma relajada y  boca entreabierta, sonreí al ver la postura en la que estaba, en posición fetal.

Decidí colocar mis pantuflas y caminar al baño para darme una ducha rápida.

Envuelta en la toalla me agaché para agarrar la ropa sucia que había en la cesta, cuando pensaba que lo tenía todo, alcé mi cuerpo dispuesta a salir, aunque por casualidad vi algo de color azul detrás de la puerta, me fijé bien y sonreí negando la cabeza, era el pijama de la pequeña Jennie.

— qué desorden — susurré mirando la prenda azul.

Metiendo ya la ropa en la lavadora me sorprendió al ver manchas de color marrón en las mangas de su pijama, fruncí el ceño y me lo llevé a la nariz...
Era sangre.

Volteé la cabeza al escuchar unas pisadas que se acercaban a mí.

— buenos días ______ — sonrió con cara de dormida.

— hola Jennie, ponte algo, hace frío — metí su ropa sigilosamente a la lavadora — ¿qué haces aquí todavía? corre — me acerqué a ella.

— me desperté y no estabas a mi lado, pensaba que te habías ido — flotó sus ojos con la muñeca.

— ¿a dónde? Si vivo aquí — esto le causó gracia a Jennie por lo que echó unas risas cascándose el cuello.

Caminamos a la cocina para preparar algo de desayuno, mientras que yo estaba haciendo las tostadas, Jennie tenía su cabeza recostada en la mesa con los brazos alrededor de su tripa.

¿Será que tiene la regla?
Eso daba la razón por la que todo su pijama estaba manchado, aunque lo raro era que lo sucio solo estaba en las mangas...

— ya está — dije llevando un platos con tostadas en una manos y en la otra un vaso de leche caliente, ella al ver la comida que estaba por llegar se sentó recta dando pequeños aplausos sin despegar la vista de su desayuno.

— qué hambre — susurró para después empezar a zampar.

— uhm... Jennie — llamé su atención — ¿te hiciste daño anoche o algo? — solté de golpe, eso ya no podía quedarse en mi cabeza, tenía que encontrar la respuesta.

— ¿Cómo? — se veía confundida por mi pregunta.

— sí, en tu pijama, hay sangre ¿te hiciste daño? — pregunté con un tono tranquilo esperando lo mismo, aunque me llevé una decepción al ver el cambio de su aspecto.