The Lovesick Girl (Jennie y tú)

cap 18 ~inesperado~ 1/2

Pov. Narrador omnisciente

Su paciencia estaba por acabar, se movía de un lado para otro, miraba el reloj cada dos por tres, quería salir ya pero tampoco se podía quejar.

Miércoles, día soleado.

Jennie y ______ habían quedado con unos amigos para ir al centro comercial, la pequeña estaba emocionada desde que le hablaron sobre plan, llevaban bastante tiempo sin quedar con gente y por eso estaba impaciente.

Por un lado se encontraba Jennie en el salón ya vestida con todo puesto, mientras que por otro lado, ______ estaba sentada en la orilla de su cama mirando a la nada.

Algo le pasaba, obviamente era porque no quería salir, no por nada en particular, sino que su querida Rosé también iba a ir.

Toc Toc

— ¿estás ya osita? — preguntó con la oreja pegada al otro lado de la puerta.

— no Jennie — respondió seco.

— ¿Qué te falta? Llegaremos tarde si no sales ya — bufó.

— Jennie... — la puerta se abrió y la chica asomó la cabeza — ¿Podemos no ir? — preguntó con ojos de cachorrito regañado.

— ¿Qué? ¿Por qué? — adentró a la habitación y se sentó a su lado — ¿Te ocurre algo? — su mirada de preocupación recorrió todo el cuerpo de la mayor.

— s-sí, me duele la cabeza — los ojos de Jennie se entrecerraron y se acercó al rostro de ______.

— mentira — unas risitas de parte de ______ se hicieron presentes — dime, ¿Por qué no quieres ir? Prometiste a las chicas que irías — con solo esas palabras bastaron para refrescar la memoria de ______.

"¿Vendrás?"
"¡¡Claro!!"

No le quedó otra que suspirar y ponerse en marcha.

Pov. ______

¿Cómo puede ser que cambie de opinión de noche a la mañana?

Juraba que anoche tenía unas ganas tremendas de ver a Rosé, pero a la hora de verstirme me entró una sensación demasiado extraña. Por una vez en mi vida no quería ver a Rosé.

Sólo quedaba una parada para llegar, mis manos dudaban, mis piernas temblaban, cada vez estaba más nerviosa, era como si pudiera notar la distancia que tenía con Rosé.

— ¿Estás bien? Te ves muy pálida — Jennie pasó su mano por mi frente con una toallita.

— E-estoy bien, no te preocupes... Mira ya hemos llegado, seguro que Jisoo te hecha de menos — sonreí y le cogí de la mano para bajar del bus haciéndola olvidar lo que tenía en mente.

Cada pisada que daba, cada metro de distancia que disminuía, sentía como si las piernas no fueran mías.

Mi corazón latía fuerte, tan fuerte que se quería salir del pecho, ¿esto era emoción o miedo?