Pov. ______
Conducía lentamente hacia mi departamento y obviamente no estaba sola, sino acompañada de Jennie y el perrito callejero.
Ella iba en el asiento del copiloto con la bolita de pelos en brazos, durante el trayecto solo hubo pequeñas risas por su parte, cada dos por tres sonreía al cachorro jugando con su patita, realmente parecía una niña de 6 años, me costaba admitirlo pero ella lograba sacar mi felicidad aunque se comportara más infantil de lo que tendría que ser.
— ¿cómo lo vas a llamar? — decidí hablar ya que a este paso Jennie se iba a olvidar de mí, y tendría una mentalidad de perrito.
— pues no lo sé — apartó la vista del cachorro y miró al frente — creo que... Hangi — me miró de golpe con una amplia sonrisa — ¿qué te parece? ¿Te gusta? — esperaba con ansias mi respuesta.
— pues... Uhm... — Jennie al notarme indecisa dejó un puchero en sus labios — pregúntale — di una leve sonrisa.
— ¿te parece bien Hangi? — acarició la cabecita de color beige.
Rápidamente del perrito levantó su cola y sumergió su hocico en el abrazo de Jennie.
— le gustas eh~ — dije mirando de reojo la relación que tenían.
— lo cuidaré muy bien y lo querré como un hijo mío — no pude evitar de sonreír, aquella chica que tenía al lado era sin duda era la niña más tierna del mundo.
Al llegar a casa y lo primero que hizo Jennie fue quitarse las zapatillas con los pies ya que mantenía a Hangi en brazos, para después correr hacia dentro con el cachorro.
Negué con la cabeza, eché mi cabeza para atrás, cerré los ojos y dejé salir un gran suspiro de mi boca.
Me quedé reiniciando mi sistema hasta que un grito de adentro me interrumpió.— ¡¡______!! — coloqué mi cabeza en su sitio y suspiré de nuevo "cuánto trabajo me da" pensé.
— ¡ya voy! — mostré una sonrisa tranquila y caminé al baño.
— ayúdame porfa~ — Jennie estaba de rodillas y brazos extendidos hacia la bañera con las mangas de la sudadera subidas y una bolita de pelo en sus manos — es que se mueve mucho — se quejó haciendo puchero con mirada de cachorrito.
— a ver — me acerqué a ellos y me subí las mangas — vamos a lavar a este hijito tuyo — nada más escucharlo se sonrojó y agachó su rostro intentando esconderlo en su cuello — se te ve la papada — se me escapó una risa y recibí un golpe de Jennie, a lo que miré confundida aunque sabía perfectamente a lo que iba.
— no tengo papada — dijo concentrada echando champú.
En toda la tarde estuvimos lavando a Hangi, le pusimos champú unas 3 veces ya pero aún así el agua salía sucio, pobre perrito por tener un pasado así, sin embargo suerte por a ver conocido a Jennie.
Pov. Narrador omnisciente
Ambas jóvenes seguían lavaban al cachorro, quien no paraba de sacudir el agua empapando toda la bañera, e incluso parte de sus prendas, aquella escena era verdaderamente tierna, las chicas se estaban divirtiendo por el simple hecho de que Hangi movía su cuerpo cada vez que le mojaban, Jennie se reía como nunca jamás lo hizo, era un regalo caído del cielo para ______, se alegraba demasiado por escuchas las risas de Jennie que rebotaban por las paredes del baño, de vez en cuando la mayor miraba de reojo a la pequeña, que reflejaba felicidad en su rostro.
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The Lovesick Girl (Jennie y tú)
RomanceJennie, una joven adolescente con problemas mentales se vuelve loca en busca del amor. Su corazón roto en mil pedazos intentando encontrar a alguien de compañía. Sus cicatrices crecen cada vez más y más..... Sólo hay una persona capaz de renovar su...