Pov. Narrador omnisciente
Ya pasó casi una semana desde la otra vez, esa vez que Jennie estaba tan rara. Esperaba que sólo fuera ese día, pero estuvo igual de bipolar durante los últimos días.
Me pregunto ¿qué habrá pasado en casa de los padres de Jennie?
Se supone que no fue nada especial, pero aún sigo pensando que la razón por la que está así es porque probablemente hubiera pasado algo ahí dentro. Y sus padres tendrían la culpa.
Ahora mismo estaba jugando con Biscuit y Hankie en mi habitación.
Jennie se había convertido en una abuela que no sale de su casa ni para comprar comida. No había respirado aire fresco y tampoco había visto la luz de la calle. Solo se pasaba las horas en el sofá con la mirada clavada sobre la pantalla de su ordenador.
— ¡GUAU! — Hankie se subió sobre mí y empezó a lamerme la cara al notar mi tristeza.
— yo también te quiero, pero mamá está un poco desanimada y no quiere seguir jugando a la pelota — acaricié su cabeza peluda.
Hankie me miró con la cabeza inclinada y levantó su patita haciendo señal de que quería jugar. Pero de verdad esto me estaba matando, no había ninguna diferencia entre vivir sola y vivir con la Jennie de ahora.
Agarré el teléfono y revisé mis redes sociales. Nada interesante. Suspiré dejando caer mi mano con el celular y miré por la ventana sin levantarme de suelo.
Y así pasaron las horas, Hankie y Biscuit ya se durmieron y yo seguía en el suelo bebiendo cerveza. Los tragos eran directos, parecía ser que mi carga te ya se había acostumbrado al sabor amargo de aquel líquido, hasta el punto tan exagerado de que lo confundí con el simple agua.
Ya era la tercera botella vacía. No quedaba ni una sola gota en el bote de cristal verde. Deseaba más, necesitaba que mi garganta ardiera.
Salí como pude de la habitación sujetando la pared para girarme hasta la cocina y prender la luz. Fruncí el ceño al ver que las luces no se encendían.
"Mierda" murmuré para mí misma.
Fue cuando caí en que no habíamos pagado el alquiler desde hace un mes. Desde lo ocurrido con con Hyuna, me despidieron del trabajo para la cafetería y desde entonces no volví a tener otro trabajo.
La dueña del apartamento nos dijo que nos daría un mes de fecha máxima para pagar lo que nos quedaba. Pero ya veo que pasó como rayo.
No le di más importancia y me dirigí a la nevera para agarrar por cuarta vez una botella de alcohol y regresar a mi habitación.
Me senté de nuevo en el suelo y todo se volvió negro de golpe.
~~~
Fui abriendo los ojos aún adormilada y recibí un tremendo dolor de cabeza.
Me acosté de nuevo y esperé unos segundos a que se me pasará el mareo.
Abrí los ojos por segunda vez encontrándome con un abdomen al descubierto, subí la mirada para darme cuenta de quién era.
Volví la mirada a mi cuerpo y me tapé en la manta que había sobre nuestras piernas.
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The Lovesick Girl (Jennie y tú)
RomanceJennie, una joven adolescente con problemas mentales se vuelve loca en busca del amor. Su corazón roto en mil pedazos intentando encontrar a alguien de compañía. Sus cicatrices crecen cada vez más y más..... Sólo hay una persona capaz de renovar su...