Capítulo 17: Se busca

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_Quisiera estar buscando a Alex.

Niki jugaba con sus dedos mientras hablaba.

_Y cuando estés adentro lo queras todavía más_ le dijo Samanta.

Su parche colgaba del cuello como un collar. Samanta lucia cansada y se masajeaba la muñeca derecha. Se había esforzado como nunca antes y ahora que la adrenalina la había abandonado por completo, su sistema quería dormir y tomarse una aspirina.

_Ella estará bien ¿Verdad?

Samanta miro a Niki dudando, luego descarto que estuviese hablando de Francesca o Mircalla.

_Alex...

Samanta conocía la reputación de Alex mucho mejor que Niki. Había escuchado tantas veces la historia de la niña de siete años que se salvó de las llamas junto a su mejor amigo; la niña, y luego la joven que encaraba con toda su rebeldía a toda la Hermandad de las Gemas.

Considerando el temperamento de Alex estaba más preocupada por lo que sea que se la haya llevado que por la Alex misma.

_A Alex tal vez no le guste la Hermandad, ni las políticas, ni las reglas, pero es su miembro más prolífico. Si alguien puede sobrevivir a lo que sea, esa es Alex_ vocifero Samanta con tanta seguridad que Niki no tuvo ninguna duda al creerle.

Pero aun así, la ansiedad le apretaba la garganta cada vez que pensaba en Alex.

_ ¿Y a nosotras que nos pasará?

_Lamentablemente somos las únicas que estaban allí y no están perdidas o en la enfermería. Nos interrogaran.

_ ¿Lamentablemente?_ hasta ese momento Niki se había sentido muy suertuda de salir de allí con vida. Considerando lo vulnerable que estaba.

Niki se llevó las manos al rostro, se había acostumbrado al peso de los lentes que ya no estaban, vagamente se preguntó si les darían unos nuevos. Recordó lo amable que había sido Alex cuando vio el color de sus lentes, sin duda alguna volvería escoger el mismo color.

_Son bastante denigrante cuando eres una Purplenight, aunque claro, tú debes de estar acostumbrada a que te traten como el desecho del mundo.

Niki no se sintió del todo ofendida, no podía quitarle la razón a Samanta.

_Que me traten como sea, si eso va a hacer que a Alex la encuentren rápido_ vocifero Niki.

_ ¿De verdad te importa tanto?

Niki no contesto, las puertas de la oficina de la directora se abrieron. Las paredes eran tan blancas e inmaculadas como las recordaba. Niki quiso saber si alguien ya había grabado su nombre en las paredes, pero había algo más importante que eso.

Ellas se detuvieron a pocos pasos de Iris y Dante Lighblack.

La espalda de Samanta se tensó, sentía un respeto injustificado hacia la madre de Alex y Kil, aunque jamás había cruzado más de dos palabras con ella, pero hacia Dante Lighblack lo único que Samanta sentía era miedo. Siempre miraba a los Purplenight, no como si fueran estorbos, los miraba como si fuesen traidores.

Iris camino hacia Niki y le devolvió sus lentes. No le dijo nada, tampoco la miro tratando de apaciguarla como lo había hecho la primera vez que Niki estuvo allí. Supuso que su mente estaba en la desaparición de su hija y que no tenía mucha atención para ser cordial.

Niki se colocó sus lentes, había aprendido a sentirse más segura con ellos, y el incidente de la biblioteca le había probado lo indispensables que eran.

Samanta noto la expresión de hastío en Dante cuando Niki acomodo los lentes en su cara.

_Samanta Ferraro y Nicola Thuner_ comenzó Dante.

Academia Lighblack: OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora