Academia Lighblack: Orgullo

Capítulo 5: Iniciación

Los hábitos de lectura de Niki eran casi nulos, lo mucho o poco que sabía lo había aprendido colándose en las clases de cursos que especiales que dictaban en el centro comerciales, ellos solían tener buena comida para los oyentes. Era en esos momentos que pensaba que la única razón por la que había aprobado el examen de admisión fue por pura suerte.

Las cuatro bibliotecas de la Academia, una más grande que la anterior, se interconectaban entre sí. Niki sentía toda la Academia como un laberinto pero las bibliotecas era un mundo en sí mismo. Tan grande que todos los estudiantes podían estar dentro de ellas al mismo tiempo y aun así habría espacios vacíos.

Se supone que Niki tendría que esperar a Ada en la sección de literatura contemporánea, con más exactitud en el pasillo de autores hispanoamericanos.

_ ¿Necesitas ayuda?_ la voz fue sorpresiva y Niki sintió que había salido de la nada.

Ella uso todo su control para no dar un brinco de miedo, estaba cansada de ser siempre la niña asustadiza.

_Sí la verdad, sí_ Niki se relajó cuando vio el uniforme blanco de las empleadas de las bibliotecas, al menos estaba segura de que ella no le jugaría ninguna broma _Estoy perdida, se supone que debería estar en literatura contemporánea, autores hispanoamericanos.

La mujer comenzó a sacudir la cabeza y a mirarla con una ternura maternal.

_Cariño, estarías al otro lado del mundo, si el mundo fuese esta biblioteca ¡Ven! te llevaré por el lugar correcto.

Niki miro su sonrisa. Era una sonrisa maternal, pero Niki la notaba muy joven para ser madre, aunque había algo en ella que parecía atemporal.

_ ¿Dónde he perdido mis modales?_ inquirió de pronto la mujer _Me llamo Susan Hollis ¿Y tú nombre es?

Niki la miro desconcertada, nadie nunca la había tratado con tanta educación, como si ella fuese de verdad alguien importante.

_La mayoría me dice Niki.

_ ¿Y te gusta que te digan Niki?

Nunca nadie se había molestado en preguntarle, y realmente Niki tampoco lo había pensado nunca.

_Creo que sí.

Caminaron por varios pasillos, subiendo y bajando escaleras. Susan era tan amable y educada que Niki de inmediato se sintió bien con ella. Pero cada vez que miraba hacia otro lado sentía que a su mente se le escapaba la imagen de Susan.

_Mi guía llega hasta aquí, he de volver para limpiar algo de hollín en los estantes, solo sigue derecho. Espero que tu amiga te haya esperado. La paciencia no es una virtud que tu amiga Ada use con recurrencia.

Niki le agradeció. No escucho sus pasos alejarse, creía que aún estaba a su lado cuando giro pero Susan se había ido con la misma brusquedad con que la apareció. Niki le iba a preguntar como sabía de Ada.

Dejó pasar el momento y caminó derecho hasta que el pasillo se abrió y pudo ver sillones de lectura, y mesas y sillas de madera ordenadas. Niki visualizo a Ada, era tan alta que incluso sentada resaltaba.

Ada estaba atenta a su lectura, sus pensamientos divagaban una y otra vez en que Niki necesitaba una brújula para poder llegar temprano a alguna parte. De vez en cuando levantaba la mirada del libro para ver si la veía acercarse. Cuando por fin la miro estaba hablando con otra chica, alguien notablemente menor que ella, pero de su misma estatura. Ada jamás se había fijado lo pequeña que era Niki para su edad hasta ese momento.

Niki se acercó, con una sonrisa gigante. Aunque aún le costaba sentirse cómoda con el uniforme y usaba su teléfono lo menos posible, Ada notaba que con cada segundo que pasaba Niki adquiría un gramo más de seguridad, lo cual era sorprendente considerando que Ada había sido la única estudiante gentil con Niki.

_ ¡Adivina!_ exclamo Niki sentándose a su lado.

_Te tardaste mucho en llegar, pero no lo suficiente como para hacerme clarividente_ bufo Ada.

Niki le dio una mirada de disculpa y luego continúo con su emocionante noticia.

_La chica con la que hable pertenece a la Hermandad de las Gemas, me dijo que tendría una segunda oportunidad para entrar y que podía ir a la fiesta que tendrán hoy en la noche.

En ese momento Ada no podía creer lo inocente que era Niki. Eso le sorprendía, ninguna de ellas había nacido en una cuna con sus padres listos para tenerlas en sus vidas, el mundo normalmente aniquilaba la inocencia rápido, pero a Niki parecía aún sobrevivirle unos rastros.

_No puedo creer que no veas que es una trampa_ aseguro Ada.

Niki frunció el ceño.

_ ¿Por qué lo sería?_ pregunto Niki, sintiéndose de pronto ofendida.

_Porque literalmente la líder de ese grupo te llamo perdedora, Alexandria también te llamo perdedora, la tacleaste, te ataco en los vestidores y justo un día después te invitan a una fiesta_ Ada seguía asombrada de que Niki no lo veía _Literalmente grita broma pesada por todos lados.

Niki se revolvió incomoda, no quería creerle a Ada. Las puertas de la Academia Lighblack por fin se estaban abriendo para ella y no quería creer que todo era un engaño.

_Sé que te debes sentir algo mal porque llevas dos años aquí y nunca te han invitado a una fiesta y yo solo llevo poco más de una semana...

Ada no espero que Niki terminara cuando se levantó molesta de la silla.

_Háblame cuando recuperes tu cerebro, o cuando termines traumatizada por la broma. Y suerte tratando de salir de este lugar_ vocifero Ada.

Ada salió disparada de la biblioteca y fue directo hacia los dormitorios femeninos. Iba tan rápido y tan concentrada en su enojo que no se dio cuenta cuando Kil paso corriendo a su lado. Para Ada era raro no verlo, él desprendían un encanto atractivo que siempre le pareció entrañable.

Kil se detuvo al lado de Mircalla.

_Tenemos un problema_ vocifero Kil mientras recuperaba el aliento.

Mircalla y Samanta lo miraron respirar con dificultad por el trote, sudaba profundamente y parecía que había corrido una maratón.

Los ojos rojos de Mircalla se abrieron como dos rubíes atentos.

_ ¿Problemas normales o problemas graves?_ aventuro Mircalla.

_Problemas catastróficos_ respondió Kil.

Mircalla y Samanta suspiraron resignadas, estaban seguras que la manicura que se habían hecho hace dos días se iba a arruinar.

_Convoquen a toda la Hermandad_ ordeno Mircalla.